Campaña de Cuaresma 2025
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En el Evangelio de hoy, Viernes Santo, recordamos la lo que sucedió este día. Hoy no es un día cualquiera; hoy, el cielo se oscurece… y el corazón se estremece.
Es Viernes Santo, el día en que el amor no habló con palabras, sino con entrega. El día en que el silencio de Dios retumbó más fuerte que cualquier grito. No es solo un recuerdo histórico: es un misterio que nos toca, que nos interpela, que nos rompe… y nos reconstruye.
El padre Giovanni nos invita a reflexionar:
¿Entiendes lo que pasó hoy… o solo lo contemplas desde lejos?
Viernes Santo.
El día más oscuro… pero también el más luminoso de la historia.Hoy no celebramos misa. Hoy guardamos silencio. Hoy adoramos la cruz.
Porque en ese madero, el Inocente cargó con nuestra culpa.Jesús es traicionado, arrestado, negado, golpeado, escupido, condenado…
Pero no se defiende. No huye. No maldice. No odia.Carga con la cruz, cae, se levanta, y la lleva hasta el final.
Por amor. Por ti."Todo está cumplido."
Estas palabras no significan derrota.
Significan misión cumplida.
Jesús ha dado todo, ha amado hasta el extremo, ha vencido al pecado no con espada, sino con entrega.Lo desnudaron, lo humillaron, lo clavaron.
Y Él, en la cruz, perdona a sus verdugos, consuela al buen ladrón, confía su espíritu al Padre.Hoy no basta con conmovernos.
La cruz no es para admirarla… es para cargarla.¿Qué haces tú con la cruz?
– ¿La ignoras?
– ¿La rechazas?
– ¿La llevas a medias?
– ¿O la abrazas como Jesús?En la cruz, Jesús te revela cuánto vales para Dios.
No vales por lo que haces, por lo que tienes, por lo que aparentas…
Vales porque alguien dio la vida por ti.Hoy la Iglesia guarda silencio… pero el amor de Dios grita desde la cruz.
¿Lo vas a seguir mirando desde lejos o vas a arrodillarte y decirle: “Gracias, Señor, por tanto amor”?
