Campaña de Cuaresma 2025
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A menudo, la respuesta de María al ángel Gabriel en la Anunciación se resume como su "sí" a Dios. Fue su respuesta humilde y obediente a Dios y a su invitación a ser la Theotokos.
Aunque la respuesta de María se produjo en un momento concreto de la historia, esa respuesta se renueva cada vez que alguien responde generosamente al plan de Dios.
El "Sí" de los santos
El Papa Benedicto XVI lo señaló en un mensaje del Ángelus en 2007 con motivo de la fiesta de la Anunciación.
"He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra". La respuesta de María al Ángel se prolonga en la Iglesia, llamada a hacer presente a Cristo en la historia, ofreciendo su propia disponibilidad para que Dios siga visitando a la humanidad con su misericordia. El "sí" de Jesús y de María se renueva así en el "sí" de los santos, especialmente de los mártires asesinados a causa del Evangelio.
Cada uno de nosotros tiene el reto de responder de manera similar a la voz de Dios. Puede que Dios no nos llame a entregar nuestras vidas como mártires, pero todos estamos llamados a ofrecer nuestro día como sacrificio vivo, eligiendo una vida de virtud.
Esto puede ser más difícil para unos que para otros. Algunos de nosotros podemos vivir en un ambiente hostil, o tal vez nuestra familia es anticristiana.
Sea cual sea nuestra situación particular, Dios nos invita a seguirle.
Un "sí" que no es fácil
No siempre es fácil responder a Dios con un "sí" de todo corazón, pero podemos hacerlo con su gracia y la intercesión de la Santísima Virgen María.
Benedicto XVI terminó su reflexión pidiendo ayuda a María para responder a la llamada de Dios.
En este tiempo de Cuaresma contemplamos a menudo a la Virgen, que en el Calvario selló el "sí" que pronunció en Nazaret. Unida a Cristo, testigo del amor del Padre, María vivió el martirio del alma. Invoquemos con confianza su intercesión, para que la Iglesia, fiel a su misión, ofrezca al mundo entero un testimonio valiente del amor de Dios.
Que veamos el ejemplo de María y nos esforcemos por imitarlo en todo lo que podamos en nuestra propia vida.


