La Asociación Española de Pediatría explica que "la alimentación complementaria (AC) se considera un proceso por el cual se ofrecen al lactante alimentos sólidos o líquidos distintos de la leche materna o de una fórmula infantil como complemento y no como sustitución de esta".
A partir de los seis meses de edad es un buen momento para introducir al bebé los alimentos sólidos que él mismo pueda palpar, degustar y digerir.
El niño puede ir probando distintos alimentos de manera progresiva, la Organización Mundial de la Salud, destaca que esto se puede llevar a cabo sin la suspensión de la leche materna hasta los dos años de edad o más, de acuerdo con cómo lo vean necesario, la madre y el hijo.
¿Qué pasa si mi hijo no fue amamantado o es prematuro?
Sabemos que la leche materna tiene un sinfín de beneficios para el niño, pero, por otro lado, hay bebés que por ciertas razones fueron alimentados con fórmula láctea, ya sea por falta de producción de leche o por alguna otra condición médica. ¿Qué pasa en este caso?
Al igual que en el caso de un bebe prematuro, no hay una fecha exacta en la cual se debe iniciar la alimentación complementaria. Para ello es importante estar atento a las señales de tu pequeño y de su pediatra para saber el momento ideal para llevar a cabo la AC. Recuerda que cada niño es diferente y tiene necesidades específicas.
La Asociación Española de Pediatría hace una importante recomendación ante estos casos, pues señala que "El retraso en la introducción de la AC puede afectar al crecimiento y al neurodesarrollo, y una introducción precoz puede aumentar el riesgo de infección e ingreso hospitalario".
Signos que indican que mi bebé está listo para una AC
Los expertos señalan los siguientes rasgos a identificar. Presta mucha atención, ya que de esta manera podrás notar los cambios en tu bebé. Básicamente, el bebé debió de haber desarrollado habilidades de destreza psicomotora que “le permitan manejar y tragar de forma segura los alimentos”.
- Presentar un interés activo por la comida.
- La lengua ya no empuja los alimentos fuera de su boca a manera de reflejo.
- Ser capaz de coger comida con la mano y llevarla a la boca.
- Puede sostener su cabeza erguida.
¿Qué alimentos darle a mi bebé?
Al principio, la comida debe ser suave, fácil de digerir y de un solo ingrediente para poder identificar posibles alergias o intolerancias. Algunos de los primeros alimentos recomendados son:
De 6 a 12 meses: cereales, frutas, hortalizas, legumbres, huevo, carne, pollo, pescado, aceite de oliva.
De 12 a 24 meses: Leche entera, yogur, queso tierno (pueden ofrecerse en pequeñas cantidades a partir de los 9 o 10 meses).
De 2 años en adelante: Sólidos con riesgo de atragantamiento (frutos secos enteros, manzana o zanahoria cruda, etc.)
En los primeros meses, evita los alimentos superfluos (azúcares, miel, cacao, bollería, galletas, embutidos y charcutería). La Asociación de Pediatría Española recomienda retrasar lo más que se pueda en esta categoría de alimentos. Sin embargo, señala que pueden consumirse a partir de los 12 meses.
Recomendaciones finales
Disfruta esta etapa junto a tu bebe. Poco a poco irá conociendo diferentes texturas y sabores, así como sus gustos de forma independiente. Asegúrate de tener lo necesario para tu bebé, como una sillita para comidas, un mandil o un babero especial para la AC.
Finalmente, ármate de paciencia si a tu bebé se le cae la comida y permite que coma a su ritmo. Recuerda que apenas está aprendiendo y, si lo regañas por no comer adecuadamente, no se sentirá con la capacidad ni seguridad de hacerlo nuevamente.