Las preguntas de los padres suelen reflejar sus intereses, puntos de atención o preocupaciones, pero también pueden crear una preocupación excesiva en el niño. He aquí una selección de frases delicadas…
1¿Con quién has jugado hoy?
Antiguamente, los padres se interesaban poco por las amistades de sus hijos. Iban a la escuela a aprender, no a hacer amigos. Pero en 2024, en la era de las redes sociales, los likes y las habilidades psicosociales se han convertido en un criterio para una vida de éxito.
Algunos padres escrutan la vida social de sus hijos desde la guardería, sobre todo el número de cumpleaños a los que son invitados, presionando a niños a los que no les molesta una cierta soledad.
Si bien es cierto que la capacidad de relacionarse con los demás es importante para la felicidad, también es necesario sentirse bien con uno mismo. No todos tenemos la misma necesidad de relaciones, y en nuestra sociedad de conexión constante, el gusto por la soledad también es una ventaja.
2¿Sacaste buenas calificaciones?
Las notas son solo una forma objetiva de evaluar si se ha comprendido o aprendido una lección; no nos dicen nada sobre el valor intrínseco de la persona, creada a imagen de Dios, ¡maravilla entre las maravillas!
Centrarse cada día en las notas puede eclipsar otros valores importantes en la escuela: el sentido del esfuerzo, la curiosidad y los conocimientos generales necesarios para ejercitar la inteligencia. Así que, ¿y si mejor le preguntas a tu hijo qué aprendió durante el día?
3¿Quién es tu novio?
El amor de pareja es maravilloso, pero sostener una relación requiere de una cierta madurez, pues se involucran cuerpo, corazón y cerebro; y una ruptura puede ser terriblemente dolorosa. Por eso hay que andarse con cuidado.
Estos divertidos comentarios envían un mensaje al niño: "Podrías" o incluso "Deberías tener un novio". A la edad de 4 o 5 años, esto tiene poco efecto, aparte de proyectar en ellos nuestros sentimientos de adultos.
Más adelante, estos comentarios pueden animar al niño a involucrarse en relaciones amorosas, o incluso sexuales, a una edad cada vez más temprana, lo cual es preocupante porque los adolescentes aún no tienen la capacidad mental y física de manejar esta etapa.
La infancia es la época del amor familiar y de la amistad, para experimentar un vínculo especial, actividades compartidas, atención a los demás y libertad. Valoremos la belleza de esta relación, que puede ser efímera o, a veces, durar toda la vida.
4¿Tu profesor es amable?
La pregunta lleva consigo la semilla de la duda: ¿hay maestras que no son simpáticas? ¡Qué angustia para este joven alumno! O, si no lo es, surge la pregunta: ¿se puede pasar un año escolar tranquilo con un profesor que no es simpático?
Pero, ¿qué es un profesor antipático? ¿Y si, en cambio, explicáramos a nuestros hijos que la profesora (o profesor) tiene la misión de enseñarles cosas bonitas, que lo hace lo mejor que puede, con su carácter y sus pequeñas preocupaciones, y que no tenemos por qué caernos bien para trabajar bien?