Tras la campaña, toca gobernar. Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) reaccionó a través de su presidente, monseñor Timothy Broglio.
Aunque las cifras que acaban de publicarse de las encuestas muestran un mayor apoyo a Donald Trump entre el electorado católico, monseñor Broglio señaló que la Iglesia católica y la Conferencia Episcopal "no están alineadas con ningún partido político", en una entrevista con Vatican News.
"Deseamos al Presidente estadounidense mucha sabiduría, pues ésta es la principal virtud de los gobernantes según la Biblia"
Respetuosos de la elección expresada por los estadounidenses y preocupados por preservar la unidad de un país fracturado, los obispos desean ahora trabajar con los representantes electos para "promover el bien común".
"Recemos por el Presidente electo Trump, así como por todos los líderes de la vida pública, para que estén a la altura de las responsabilidades que se les han confiado al servir a nuestro país y a aquellos a quienes representan", dijo Mons. Broglio.
El presidente de la Conferencia Episcopal Americana aseguró también que los obispos seguirán defendiendo "la dignidad de la persona humana" en su sentido más amplio, la protección de los más vulnerables y el derecho de los no nacidos.
Otro de los temas que los obispos estadounidenses vigilarán durante la próxima legislatura es la inmigración. En este punto, monseñor Timothy Broglio insistió en la necesidad de "reformar las leyes de inmigración" y en la importancia de atajar el problema de raíz, ayudando a los países de origen de los inmigrantes a "mejorar su propia suerte".
"Superar la polarización"
Las relaciones entre la nueva administración estadounidense y la Santa Sede también se seguirán de cerca. Al final de su viaje al sudeste asiático y Oceanía el pasado septiembre, el Papa Francisco acusó a Trump y a Harris de adoptar una postura "antivida". En febrero de 2016, el pontífice criticó el programa antiinmigración de Donald Trump, diciendo que el plan de construir un muro en la frontera con México "no era cristiano".
Sin embargo, a lo largo de la campaña electoral de 2024, Trump insistió en su promesa de deportar a los inmigrantes ilegales. Una política que el Papa considera un grave pecado al mismo nivel que la falta de conciencia ecológica.
A pesar de estas diferencias, no se pierde ninguna esperanza de acuerdo, en particular sobre la guerra en Ucrania o el aborto, aunque Donald Trump haya adoptado una postura más liberal al respecto.
El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, comentó el jueves 7 de noviembre: "Deseamos al presidente estadounidense mucha sabiduría, pues es la principal virtud de los gobernantes bíblicos", y que "supere la polarización". Por el momento, el Papa Francisco no ha reaccionado personalmente a la elección de Donald Trump.