"El diablo es astuto, pero nosotros los cristianos, gracias a Dios, somos más astutos que él", dijo el Papa Francisco en la Audiencia General del 25 de septiembre de 2024. El Pontífice advirtió contra cualquier diálogo con el diablo, afirmando que actúa en nuestra sociedad a través de la superstición. Denunció su acción detrás del fenómeno de la pornografía en línea.
Para su 500ª audiencia general, el Papa no mostró ningún signo de enfermedad o indisposición, apenas dos días después de haber tenido que cancelar sus citas para tratarse una "ligera gripe". A su llegada a la plaza de San Pedro, dio varias vueltas en el papamóvil entre los peregrinos congregados ante la basílica bajo un sol radiante.
El Pontífice reanudó su ciclo de catequesis sobre el Espíritu Santo, centrándose esta vez en el episodio del enfrentamiento de Jesús con el diablo en el desierto. Durante este retiro, Cristo no cayó en la trampa del diablo, dijo el Papa, sino que, como dice el Evangelio, "obedeció a una inspiración del Espíritu Santo", porque habiéndose "liberado de Satanás, [ahora] puede liberar de Satanás".
El Papa Francisco señaló que en la sociedad actual, la gente a menudo piensa que el diablo "simplemente no existe", y algunos lo ven como una "metáfora" o un fenómeno de alienación colectiva. "El mayor truco del diablo es hacer creer que no existe", advirtió el 266º Papa, citando al poeta francés Charles Baudelaire.
El Obispo de Roma reconoció que en la vida cotidiana es "prácticamente imposible tener la certeza" de que es el diablo quien actúa, porque es difícil "saber con precisión dónde termina su acción y empieza nuestra propia maldad". Por eso "la Iglesia es muy cuidadosa y rigurosa en la práctica del exorcismo, a diferencia de lo que desgraciadamente ocurre en ciertas películas", dijo.
Los santos, la mejor prueba de la existencia del diablo
"La prueba más fuerte de la existencia de Satanás no está en los pecadores o en quienes están obsesionados con él, sino en los santos", explicó. El Papa señaló que "todos los santos y todos los grandes creyentes" han experimentado la presencia del diablo, porque se encuentra cara a cara con ellos como "contra la luz".
El Pontífice advirtió que el diablo, aunque "expulsado por la fe, […] vuelve a través de la superstición". "Nuestro mundo tecnológico y secularizado está lleno de magos, ocultistas, espiritistas, astrólogos, vendedores de hechizos y amuletos y, por desgracia, de verdaderas sectas satánicas", lamentó.
"Si eres supersticioso, puedes estar conversando inconscientemente con el diablo", advirtió el Pontífice al dejar su texto. A continuación, remachó: "Con el diablo no se habla", recordando que Cristo en el desierto no respondió a Satanás, sino que se limitó a citar las Sagradas Escrituras.
Retomando una metáfora de san Cesáreo de Arles el Pontífice describió al diablo como un perro atado a una cadena del que no hay que sufrir mientras no te acerques a él: "Puede ladrar, puede tirar, pero no puede morder, salvo el que quiere".
Cuidado con la pornografía
Sobre este punto, el Papa advirtió que la tecnología moderna ofrece "innumerables maneras de dar una oportunidad al diablo, y muchas personas caen presas de ello". Citó en particular la pornografía en línea, "detrás de la cual se esconde un mercado floreciente", afirmando que "es el diablo quien trabaja allí". Pidió a los cristianos que rechacen "con firmeza" este fenómeno.
"El diablo es astuto, pero nosotros los cristianos, gracias a Dios, somos más astutos que él", insistió el Pontífice, instando a no dejarse atemorizar por su existencia. Ante la tentación del diablo, el Papa animó a rezar a la Virgen María y a recitar un verso del himno Veni Creator: "Aleja de nosotros al enemigo / danos sin demora tu paz / para que, bajo tu guía / evitemos todo mal".