“El verdadero poder no reside en dominar a los más fuertes, sino en cuidar de los más débiles”. Esta es la lección del Papa Francisco durante el Ángelus que recitó en la Plaza de San Pedro el 22 de septiembre de 2024: “¿Quieres ser grande? Hazte pequeño, ponte al servicio de todos”, dijo a los católicos.
Al presentar la oración mariana, el Papa meditó el Evangelio de este domingo, donde Jesús declara: “Quien acoge a un niño en mi nombre […], a mí me acoge”. “El niño no tiene poder: necesita”, subrayó.
"El hombre siempre necesita la vida", añadió Francisco, instándonos a no "olvidar esta verdad" en la búsqueda del poder que nos alienta a convertirnos en "dominadores y no sirvientes". “¡Cuántas personas sufren y mueren por las luchas de poder! Son vidas que el mundo rechaza”, lamentó también.
El pontífice instó a los católicos a estar “libres de toda vanidad y dispuestos a servir”. También animó a los fieles a saber agradecer “a quienes [lo] cuidan”.
Los llamamientos del Papa al Ángelus
El Papa Francisco expresó su solidaridad tras el asesinato del ambientalista hondureño Juan Antonio López, un defensor ambiental que luchó contra los proyectos mineros en su país. El hombre de 46 años, miembro de la Red Eclesial Mesoamericana (REMAM), fue asesinado a tiros en su automóvil luego de asistir a una misa.
Quien participaba en la pastoral social de la diócesis de Trujillo se había dedicado a la causa del medio ambiente, defendiendo en particular la preservación de la reserva forestal de Botaderos y del río Guapinol.
“Me uno al duelo de esta Iglesia y a la condena de toda forma de violencia”, dijo el Papa Francisco. Aseguró su cercanía a “quienes ven vulnerados sus derechos básicos” y “a quienes trabajan por el bien común en respuesta al clamor de los pobres y de la tierra”. Este crimen fue condenado por la Conferencia Episcopal Hondureña y el Consejo Episcopal Latinoamericano, informa Vatican News .
El pontífice también saludó en la plaza a los participantes en una marcha de sensibilización sobre las condiciones de detención. Nos instó a “trabajar para garantizar que los presos vivan en condiciones dignas”, antes de deslizarse: “Todos podemos cometer errores. Ser prisionero significa retomar después una vida honesta”.
Finalmente, el Papa Francisco lanzó un nuevo llamado a orar por la paz, deplorando las “altas tensiones en los frentes de guerra”. Refiriéndose a Ucrania, Palestina, Israel y Myanmar, deseó “que escuchemos la voz del pueblo que exige la paz”.