Roma, la Ciudad Eterna, ejerce un irresistible atractivo sobre los católicos, especialmente durante el Año Jubilar. Peregrinos de todo el mundo acuden a la Città Eterna para renovar su fe y seguir las huellas de los santos. Pero más allá de los trillados senderos turísticos se esconde una Roma apreciada por los lugareños, rica en tesoros espirituales y culturales. He aquí cómo vivir Roma como un auténtico romano durante el Jubileo.
1Comienza el día con un desayuno local
Olvida el desayuno del hotel y diríjete a una cafetería de barrio. Los romanos empiezan el día con un «caffè» (espresso) y un cornetto, un pastel parecido a un cruasán pero más dulce. Una de las experiencias más auténticas es sentarse o estar de pie en la barra con los lugareños, sorbiendo el café mientras observas el bullicio matutino. Prueba los cafés del Trastevere o del barrio de Prati.
2Explora iglesias menos conocidas
Aunque San Pedro y las principales basílicas son visitas obligadas, Roma alberga más de 900 iglesias, muchas de las cuales suelen pasar desapercibidas para los turistas.
Visita, por ejemplo, la Basílica de San Clemente, donde podrás explorar capas de historia, desde una antigua casa romana hasta una basílica del siglo XII. Otra joya es Santa Maria Sopra Minerva, la única iglesia gótica de Roma (no te dejes engañar por su sobria fachada renacentista), con su impresionante techo azul y el Cristo Redentor de Miguel Ángel.
3Disfruta de un tranquilo pranzo
El almuerzo, o "pranzo", es un momento sagrado para los romanos. Opta por una "trattoria" en lugar de un restaurante turístico. En zonas como Testaccio o Monti podrás degustar platos tradicionales romanos como cacio e pepe, carbonara o saltimbocca alla Romana. Tómate tu tiempo; las comidas en Roma son para saborearlas.
4Pasea por las calles de la ciudad
Roma es una ciudad que se explora mejor a pie, a pesar de sus distancias a veces complicadas. Pasea por las calles adoquinadas y descubre plazas escondidas, fuentes y tiendas de artesanías.
Zonas como Trastevere, el Esquilino, San Lorenzo y el gueto judío ofrecen una visión de la rica historia y el vibrante presente de la ciudad. Caminar también permite tropezar con pintorescas iglesias que ofrecen tranquilos momentos de oración y reflexión.
5Asiste a la oración vespertina
Termina el día como los romanos: con un paseo nocturno, o "passeggiata". Visita una iglesia local para asistir a la oración de vísperas.
Iglesias como San Giovanni in Laterano o Santa Maria in Trastevere ofrecen bellos escenarios para la oración vespertina. Al ponerse el sol, la atmósfera espiritual de la ciudad se hace palpable, recordando que Roma no es solo un lugar para visitar, sino un lugar para experimentar la profundidad de la fe.
En el Año Jubilar, Roma es una ciudad de peregrinación y renovación. Adoptando el estilo de vida local, encontrará la Ciudad Eterna en su forma más auténtica y espiritualmente enriquecedora.