El conocimiento del griego puede resultar útil para descifrar los primeros símbolos cristianos. Empezando por el crismón, donde se superponen las letras griegas X (ji) y P (rho). El monograma, que incluye las dos primeras letras de la palabra "Cristo", muestra la pertenencia de sus discípulos, llamados cristianos desde su época en Antioquía (cf. Hch 11,26).
Ya presente en el mundo pagano, este signo es una contracción de la palabra que significa "útil" o "propicio". En la historia cristiana, apareció en la iconografía tras la conversión del emperador Constantino.
En el año 312, durante la batalla del Puente Milvio, vio aparecer en el cielo un signo acompañado de las palabras: "Con este signo vencerás". Este signo era la cruz o el crismón, según la tradición, que el hombre decidió colocar en el escudo de sus tropas.
Un significado especial hasta el siglo V
En cualquier caso, la victoria del emperador sobre su rival Majencio hizo famoso el monograma, que se utilizó posteriormente en la iconografía.
También se utiliza de otra forma, la superposición de una I (iota) y una X (ji), que son las dos primeras letras de "Jesús" y "Cristo" y se asemejan a un asterisco.
También se acompaña a veces de un "alfa" y un "omega", primera y última letras del alfabeto griego: esto significa que Cristo es el principio y el fin de toda realidad.
Hasta el siglo V, los cristianos -y los emperadores romanos en particular- consideraban que la fe cristiana ocupaba un lugar especial, que poco a poco fue ocupando la cruz, descuidada al principio por la violencia de un símbolo que evocaba la tortura de Cristo.
Hoy, no es raro verla en las casullas o distinguirla en las obras de arte de los edificios cristianos.