"El uso indebido de drogas afecta no solo la salud individual, sino que también
impacta a nuestras familias y comunidades, con repercusiones en nuestro entorno social y
ambiental" recordaron los obispos en el comunicado emitido el 25 de junio de 2024.
El Episcopado mexicano elevó su voz respecto a uno de los problemas más graves que afectan al país y que ha causado una destrucción del tejido social y afectado la seguridad de todos los mexicanos.
Recordaron que la paz tan anhelada en México requiere el esfuerzo conjunto de toda la sociedad para hacerle frente al narcotráfico y, por ello, hicieron un llamado urgente a las autoridades recién electas, sociedad civil, comunidades de fe y ciudadanos para entablar un diálogo y realizar acciones conjuntas que permitan "la construcción de un México más justo, seguro y próspero para todos, libre de las cadenas del narcotráfico y sus devastadoras consecuencias".
"El narcotráfico representa un desafío multifacético que va más allá de la seguridad pública; pone a prueba los fundamentos mismos de nuestra sociedad: la justicia, la solidaridad, el respeto a la vida y la dignidad humana. Ante esta realidad, estamos llamados a una respuesta colectiva y decidida".
Respecto al aumento del consumo de drogas en jóvenes, los obispos se manifestaron preocupados pero esperanzados. "Esta situación nos invita a reflexionar profundamente sobre el valor de la vida, nuestra responsabilidad comunitaria y el verdadero significado de la libertad y la realización personal". Cada vida es un regalo precioso de Dios, lleno de potencial y propósito, recordaron.
El llamado que tenemos como sociedad
Declararon que "estamos llamados a ser una comunidad de apoyo y esperanza, donde cada persona pueda descubrir su valor único y alcanzar su máximo potencial", a través del fortalecimiento de la solidaridad y cuidado mutuo; además, llamaron al acompañamiento de los jóvenes para llevarlos a descubrir auténticos caminos hacia la plenitud y el sentido de la vida.
A los jóvenes, les dijeron, "con amor": "Ustedes son el presente y el futuro de México.
Los invitamos a buscar la plenitud de la vida en el amor de Dios y el servicio a los demás, encontrando en ello el verdadero camino hacia la realización y la felicidad".
Comunión y sinodalidad
Además de invitar al nuevo gobierno a trabajar en unión y lograr que cada mexicano "pueda vivir con dignidad y esperanza, libres de la influencia del narcotráfico y la adicción", los obispos se manifestaron en comunión y solidaridad con los obispos de América Latina y el Caribe (CELAM) y se sumaron a la iniciativa de la Pastoral Latinoamericana de Acompañamiento y Prevención de Adicciones.