Pierre Corneille hizo decir a Rodrigue: "Para un alma bien nacida, el valor no espera el número de años". Una frase que bien podría aplicarse a Melchior. A sus 19 años, se dispone a realizar un proyecto extremadamente difícil para su joven experiencia: el 15 de agosto de 2024, entregará oficialmente una corona para la Virgen María que él mismo diseñó y construyó.
La historia comienza en agosto de 2023. Melchor, un joven bachiller que participa en un campamento de verano con los Hermanos de san Juan, se dirige a la basílica de Nuestra Señora de Liesse. Habla con el responsable del santuario y se entera de que la corona ha sido robada. La Virgen llevaba una corona de sustitución, pero no era de su agrado. Melchor, que había seguido cursos de joyería desde tercero de bachillerato y estaba a punto de matricularse en la Haute École de Joaillerie de París, se ofreció a hacérsela.
¡Todo un reto para un primer encargo! "La primera mujer que me pidió una joya a medida fue la Virgen María", cuenta divertido a Aleteia. Pronto se puso en contacto con el responsable del santuario, al que convencieron los diseños propuestos por el joven joyero.
La primera mujer que me pidió una joya a medida fue la Virgen María"
La ayuda de Grace
El presupuesto para hacer la corona -4 mil euros donados por la parroquia- era ajustado. Pero, milagrosamente, todos los que participaron en el proyecto fueron donantes. Como parte de sus estudios, Melchor está haciendo prácticas de joyería en el taller de Antoine Camus. Cuenta con el apoyo de su jefe, que le deja trabajar en la corona en el taller durante su tiempo libre, utilizar las herramientas, ayudarle con algunos aspectos prácticos, etcétera.
Pero el jefe de Melchor no es el único que se ha mostrado generoso. "Hace unos días vino al taller un comerciante de piedras", cuenta. "Necesitaba lapislázuli, que es una piedra azul opaca. Le pregunté al comerciante si tenía alguna. Resultó que no solo tenía, sino que además eran del tamaño perfecto. "Le expliqué al comerciante que iba a utilizarlas para coronar una estatua de la Virgen María, y me dijo: '¡Si es para la Virgen, se las doy! El comerciante me explicó que no era católico, pero que quería regalar las piedras porque la Virgen le había guiñado mucho el ojo últimamente.
Pero eso no es todo. Melchor ha tenido varios guiños - ¿o deberíamos decir guiños a Dios?
"A finales de mayo, el responsable del santuario aprobó el segundo diseño. Entonces me dijeron que había que coronar a la Virgen el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de María", recuerda. Eso le dio dos meses. "Entonces realicé todas las fases de prueba y me di cuenta de que era técnicamente imposible hacer la corona en el plazo previsto.
Pero Melchor no se rindió. Acudió a una vigilia de oración para pedir a la Virgen María un milagro. "Hoy, ya estoy a mitad del proceso de producción, ¡aunque empecé hace tres semanas! Cada vez, las fases de prueba han sido un éxito". Ya ha hecho la base de la corona, que es la diadema, las ramas, los elementos que irán chapados, las piedras, se han fundido algunas cosas… En definitiva, "todos los elementos de la corona". "Solo me queda volver a fundirlos, es decir, tratar la superficie de los elementos para poder pulirlos y chaparlos. A este paso, ¡la corona estará lista a tiempo!"
Un proyecto con profundo amor a la Virgen María
"Este año, 2024, habrá sido el más duro de todos", dice el joven. Pero desde el principio de esta loca aventura, Melchor decidió ponerse bajo la protección de la Virgen María.
"Me encomiendo a ella todos los días, […] es gracias al rosario que puedo librar todas mis batallas, es el arma más poderosa contra el Diablo". De la Virgen María dice: "Sus gracias son muy poderosas, ¡por algo es nuestra Madre! Espera incansablemente nuestras oraciones y tiene mucho que darnos".
Un proyecto con sentido
¡La Providencia no ha escatimado en esta historia! Melchor forma parte de la tercera generación de cantantes de la Académie musicale de Liesse, ya que ingresó en 2016 en la clase Sixième. También ha pasado dos campamentos en el edificio de la Academia. Así que para él, es un lugar que lleva una carga emocional muy especial. Después de haber recibido tanto de la Virgen de la Liesse durante su juventud, Melchor la coronará, como una realización perfecta del camino recorrido:
"Se ha forjado un vínculo real con la Virgen de la Liesse desde el inicio del proyecto", asegura. "Esta Virgen es la Virgen de la alegría. Las veces que fui a rezarle, me dio la gracia de la paz frente a todas las preocupaciones que me atormentaban".
Y Melchor cuenta una última anécdota: "Dos meses antes de que me propusieran el proyecto, le recé a la Virgen María así: Virgen María, si quieres que me dedique al arte sacro, dame una señal'". ¡Pide y recibirás!