Cuando nacemos, nuestros padres eligen un nombre que nos acompañará el resto de nuestras vidas. Esta elección suele corresponder a una tradición familiar, una devoción o un simple gusto personal.
Sin embargo, no sucede así con los apodos. Éstos suelen ser asignados de manera casual por quienes rodean a la persona para destacar alguna característica física o personal. Muchos santos fueron apodados de diferentes formas para reconocer sus méritos o para demostrar el cariño y admiración que despertaron en los demás.
Te invitamos a conocer cómo fueron apodados algunos de los grandes santos de la Iglesia católica, sobre todo si alguna vez has recibido un apodo que te hirió, pues la historia de santo Tomás de Aquino te reconfortará.
San Pedro CrisólogoPalabra de oro
Este Doctor de la Iglesia fue uno de los oradores más destacados de la Iglesia Católica. Sus prédicas eran muy apreciadas por la gente, pues usaba palabras sencillas, ofrecía ejemplos prácticos y era conciso. En breves minutos lograba explicar grandes verdades de la fe; de ahí su sobrenombre de "crisólogo", que significa “el que habla muy bien".
Sus homilías -de las que aún se conservan más de 100- explican el Evangelio, oraciones como Credo o el Padre Nuestro y citas de santos.
San Juan CrisóstomoPico de oro
Este Doctor de la Iglesia es patrono de los predicadores y oradores por su gran elocuencia y cultura; cualidades que le ganaron el apodo de “pico de oro” varios siglos después de su muerte.
Al predicar, san Juan se preocupaba más por transformar la vida de quienes lo escuchaban que de exponer teóricamente sobre la vida de Cristo. A diferencia de san Pedro Crisólogo, sus sermones duraban más de dos horas y, con ellos, buscaba instruir y corregir.
San José Sánchez del ríoTarsicio
El joven mártir Mexicano recibió el apodo de “Tarcisio” cuando se unió a las tropas cristeras.
Los hombres de su tropa se enternecieron por la fe y constancia en la oración que Joselito tenía a su corta edad. Todas las noches dirigía el rosario y animaba a sus compañeros a defender su fe repitiéndoles su frase “Hoy es fácil alcanzar el Cielo”.
Por ello, de manera cariñosa, le apodaron “Tarcisio” en referencia a san Tarcisio, un joven mártir que entregó su vida por defender la Eucaristía.
San bernardoBoca de miel
San Bernardo de Claraval es un Doctor de la Iglesia originario de Francia. Recibió el apodo “doctor boca de miel” porque, con sus dulces palabras, convirtió a muchos y llamó a una gran cantidad de jóvenes a la vida religiosa.
Se cuenta que las mujeres jóvenes temían que sus novios se encontraran con él porque muchos hombres, después de escucharlo, dejaban a sus novias para entrar al monasterio. Entre los muchos que ingresaron por influencia suya se encuentran sus cuatro hermanos mayores y su tío.
Cada sermón que daba iba precedido por largas horas de estudio, penitencia y oración.
Santo Tomás de AquinoEl buey mudo
A diferencia de los demás santos, santo Tomás no recibió este apodo a manera de reconocimiento o muestra de afecto; sin embargo, la historia pronto cambió de rumbo.
Cuando era joven tenía una complexión robusta y un carácter silencioso y aparentemente poco brillante; por ello, sus compañeros de estudio lo apodaron “buey mudo”. San Alberto Magno, su maestro, lo defendió diciendo a sus compañeros: “Ustedes lo llaman el buey mudo. Pero este buey llenará un día con sus mugidos el mundo entero”... y no se equivocó.
Fue declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y es patrono de la educación, las universidades y colegios católicos.
Charles de Foucauld Morabito
El santo “hermano de todos” recibió como apodo un vocablo de origen árabe que significa “hombre de Dios”.
Su vida estuvo marcada por su proximidad, respeto y amor a las poblaciones musulmanas, para quienes un morabito es un ermitaño piadoso. Tras su muerte se recogieron evidencias de que el pueblo de los tuaregs lo llamaba así, con respeto y aprecio.
San Ignacio de LoyolaPeregrino
Para san Ignacio, el apodo no llegó como consecuencia de una característica física o personal que los demás destacaron de su persona, ya que él mismo se puso su apodo.
En su autobiografía utiliza el seudónimo de “el peregrino” para recalcar su condición: de Dios venimos y hacia Él vamos.
Santa Rosa de LimaRosa
¿Sabías que, originalmente, su nombre no era Rosa?
En realidad, santa Rosa recibió el nombre de Isabel Flores de Oliva al momento de su Bautizo; sin embargo, era tan hermosa -y de mejillas sonrojadas- que comenzaron a llamarla “Rosa”.
Al apodo, la santa añadió el complemento “de Santa María” y, al recibir la Confirmación, el arzobispo le puso definitivamente el nombre de Rosa.
San Miguel Garicoitdoctorcillo
Otra historia con final inspirador e inesperado. San Miguel nació en las montañas de los Pirineos, en una familia de cinco hijos. Debido a la falta de recursos en casa, no tuvo oportunidad de estudiar y se volvió pastor.
Mientras trabajaba, daba grandes discursos a otros pastores, quienes se sorprendieron por lo elevado de sus palabras, en contraste con su juventud y falta de estudios. Admirados, lo apodaron “doctorcillo”.
Más tarde, su inteligencia excepcional le permitió estudiar, ordenarse sacerdote y obtener el título académico de Doctor.
Carlo Acutis El influencer de Dios
Este beato que pronto será canonizado se dedicó a la evangelización digital cuando el Internet apenas comenzaba.
Carlo era un genio de la informática. Utilizó sus conocimientos técnicos para crear sitios web, boletines y exposiciones para dar a conocer los milagros eucarísticos y difundir la devoción a María, principalmente.
Por ello, hoy muchos lo apodan el friki o el influencer de Dios.
Santos Juan y Santiago Hijos del trueno
Los apóstoles Juan y Santiago fueron llamados “Boanerges”, que quiere decir “hijos del trueno” por Jesús, debido a que su carácter era fuerte, impulsivo y franco.
A pesar de ello, amaron profundamente al Señor. Santiago se volvió uno de los predilectos y más allegados a Jesús.
Santa Josefina Bakhita afortunada
Esta santa sudanesa fue raptada y vendida como esclava cuando aún era una niña. Debido al trauma que esto le ocasionó, olvidó su nombre y comenzó a utilizar el apodo que -a modo de burla- le pusieron sus captores. De esta forma, comenzaron a llamarle “Bakhita”, que en árabe quiere decir “afortunada”.
Años después, cuando ingresó al noviciado del Instituto de las Hermanas de la Caridad recibió el Bautismo, la Primera Comunión y la Confirmación al mismo tiempo y tomó el nombre de Josefina Margarita Afortunada. Ella se reconoció a sí misma como una gran afortunada por haber recibido siempre el amor de Dios.
Santa catalinaEufrosina
Quizá el dato más conocido sobre santa Catalina de Siena es que es una de las cuatro Doctoras de la Iglesia, que aconsejo a los Papas, o que es patrona de Europa. Sin embargo, un aspecto poco conocido de su vida es que la alegría la caracterizó desde pequeña.
Cuando era niña, sus hermanos destacaron esta cualidad y la apodaron “Eufrosina”, que en griego significa “Alegría”.