separateurCreated with Sketch.

¿Habrá alguna revelación pública antes de que Jesús vuelva?

SECOND COMING
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Philip Kosloski - publicado el 27/05/24
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
La Iglesia ha creído desde los primeros siglos que Dios no dará otra revelación pública antes de que este mundo desaparezca

Aunque muchos videntes han publicado innumerables testimonios y mensajes que supuestamente han recibido de Dios, la Iglesia no exige a los fieles cristianos que crean en ninguna revelación privada.

Ya se trate de los mensajes recibidos en Lourdes, Fátima, o cualquiera otra, la Iglesia no califica ninguna de estas revelaciones como "públicas".

Cuando un individuo afirma haber recibido un mensaje de Dios, la Iglesia cree que el mensaje fue entregado para esa persona específica durante ese período de tiempo en particular. La Iglesia no incluye tales mensajes en su "depósito de fe", aunque puede permitir que los católicos crean en ellos, siempre que no se opongan a los principios básicos de la fe.

Ninguna nueva revelación pública

El Catecismo de la Iglesia Católica explica esta creencia de que todo nos ha sido ya revelado:

"La economía cristiana, por tanto, puesto que es la Alianza nueva y definitiva, no pasará nunca; y no cabe esperar ninguna nueva revelación pública antes de la manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo". Sin embargo, aunque la Revelación esté ya completa, no se ha explicitado del todo; queda a la fe cristiana captar gradualmente todo su significado en el transcurso de los siglos.

Un reciente documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano reitera esta enseñanza:

Jesucristo es la Palabra definitiva de Dios, "el Primero y el Último" (Ap 1,17). Él es la plenitud y el cumplimiento de la Revelación; todo lo que Dios quiso revelar, lo hizo a través de su Hijo, el Verbo hecho carne. Por eso, "la economía cristiana, por ser la alianza nueva y definitiva, no pasará jamás; y no cabe esperar ninguna nueva revelación pública antes de la manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo". En la Palabra revelada está todo lo necesario para la vida cristiana.

¿Para qué sirve la revelación privada?

Si cualquier visión recibida por un individuo se considera "privada", ¿qué sentido tiene? ¿Son beneficiosas estas revelaciones?

La clave, según el Vaticano, es que estas revelaciones no añaden nada a la revelación pública de Dios, sino que simplemente nos ayudan a vivirla:

Mientras que todo lo que Dios ha querido revelar lo ha hecho por medio de su Hijo y mientras que los medios ordinarios de santidad se ponen a disposición de todo bautizado en la Iglesia de Cristo, el Espíritu Santo puede conceder a algunas personas experiencias de fe distintas, cuya finalidad no es "mejorar o completar la Revelación definitiva de Cristo, sino ayudar a vivir más plenamente de ella en un determinado período de la historia".

Puede que los católicos no estén obligados a creer en fenómenos tan extraordinarios como Fátima o Lourdes, pero pueden encontrar beneficios en ellos, siempre que les ayuden a vivir su fe y a buscar la santidad.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.