separateurCreated with Sketch.

Hagamos caso a Jesús y dejemos que los niños se le acerquen

Dejen que los niños vengan a Mí
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Mónica Muñoz - publicado el 30/04/24
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
En el tiempo que estamos atravesando, los niños se convierten en la esperanza del mundo futuro, por eso es vital acercarlos a Jesús

El Evangelio es muy puntual con las actitudes de Jesús, sobre todo cuando se trata de los sencillos, los débiles y los pequeños, entre los que podemos contar a los niños, esas pequeñas personas a las que durante mucho tiempo se les consideró poco importantes.

Sin embargo, Cristo les dio su merecido lugar, de acuerdo con la Sagrada Escritura:

"Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron. Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él». Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos".

Acercar a los niños a Jesús

En la actualidad, muchos padres de familia olvidan que su deber con sus hijos es inculcarles valores y, sobre todo, formarlos en la fe, porque solos no descubrirán la riqueza del catolicismo y todas las gracias que Dios derrama sobre quienes son fieles a su voluntad.

Por supuesto, nadie sería cristiano si alguien no lo hubiera conducido en este camino, y todos podemos dar testimonio sobre quien fue la persona clave para que decidiéramos vivir nuestro compromiso bautismal.

La vida de los santos es prueba de ello: la madre y el padre, la abuela, algún pariente cercano, el ejemplo de un sacerdote, pero lo más común es que en el seno familiar hayan aprendido a conocer, amar y servir a Dios.

Ser como niños

¿Cómo es un niño? Es puro e inocente, confía plenamente, ama y espera todo de sus padres. El Señor pide eso de nosotros para poder entrar al reino de los cielos. Además, queda la responsabilidad de cuidar en los pequeños esos atributos que tanto enternecen a Dios.

Por lo tanto, tenemos dos deberes: proteger la inocencia de los niños y acercarlos a Jesús, y nosotros mismos adoptar la actitud de ellos: confiando, amando y abandonándonos en los brazos del Padre, para merecer algún día, entrar en el cielo.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.