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5 santos que no sabías que fueron grandes pecadores

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Meg Hunter-Kilmer - publicado el 02/04/24
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Al celebrar el Domingo de la Divina Misericordia, miremos a los santos cuyos pecados nos recuerdan que no hay pecador sin posibilidad de un mejor futuro

Cuando Jesús se apareció a santa Faustina Kowalska, le habló de su misericordia sin fin. Pero la abrumadora misericordia de Dios no fue una revelación del siglo XX; no, la Iglesia ha sabido desde el principio que el amor de Dios es tan grande que llama a la santidad incluso al más vil de los pecadores.

Sin embargo, es fácil sentirse tan avergonzado de los pecados de nuestro pasado (o de los pecados de los que parece que no podemos escapar, incluso ahora) que empezamos a creer que Dios no podría hacernos santos. Al celebrar la Divina Misericordia esta semana, miremos a los santos cuyos pecados nos recuerdan que nosotros también podemos ser transformados por la gracia.

1San Longino

San Longino (siglo I) da esperanza incluso al peor de los pecadores. Si el hombre que mató a Dios con sus propias manos puede ser santo, cualquiera puede serlo. Longino es el nombre que se atribuye al centurión romano que apuñaló el cuerpo de Jesús con su lanza para cerciorarse de que el Señor estaba realmente muerto.

Al ver la forma en que Jesús había muerto, exclamó: "Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios". La tradición posterior afirma que Longino se convirtió en ese momento. Tras ser bautizado, se convirtió en un gran evangelista, predicando la buena nueva de aquel a quien había ayudado a matar.

2 Santa María de Egipto

MARY OF EGYPT

A Santa María de Egipto (344-421) se la suele llamar prostituta, pero no aceptaba dinero por sus servicios. No, María era ninfómana, una mujer tan consumida por el deseo de placer carnal que a veces incluso obligaba a los hombres en contra de su voluntad. Es difícil imaginar la redención de una ninfómana y una violadora, pero Dios no definió a María por su pecado.

Después de peregrinar a Tierra Santa (por el reto de seducir a todos los peregrinos del camino), María se convenció de repente de la maldad de su pecado.

Durante 17 años había vivido según la carne y durante otros 17 años luchó para no dejarse consumir de nuevo por sus pasiones. Finalmente, ermitaña en el desierto, se convirtió en una de las mayores santas de la Iglesia de Oriente.

3Santa Olga de Kiev

Santa Olga de Kiev (m. 969) fue una asesina en masa. Reina de la Rus de Kiev, defendió su corona asesinando en masa a sus enemigos; en una ocasión sitió una ciudad y la quemó hasta los cimientos cuando sus habitantes se rindieron. Olga fue bautizada durante una visita política a Constantinopla, quizá para ganar poder entre los otros gobernantes cristianos de la zona.

Fueran cuales fueran sus intenciones, el bautismo la transformó por completo. Pasó el resto de su vida intentando compensar el daño que había causado, sobre todo en el temperamento del hijo al que había educado para ser despiadado. Invitó a misioneros a su país, pero no tuvieron mucho éxito.

Sin embargo, tras la muerte de Olga, su intercesión propició la curación milagrosa de su nieto, San Vladimir el Grande, que llevó al pueblo ruso a Cristo. Por su papel, en la Iglesia bizantina se la conoce como igual a los Apóstoles.

4San Bruno Sersunkuuma

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San Bruno Sserunkuuma (~1856-1886) era un bígamo arrogante, violento y obstinado, propenso a la embriaguez y la lascivia. Aunque anhelaba la santidad y decidió bautizarse de adulto, Sserunkuuma descubrió que el sacramento no había eliminado mágicamente sus inclinaciones al pecado. Seguía extorsionando cuando su trabajo como guardia real le obligaba a recaudar impuestos.

Y cuando el rey le dio dos jóvenes como premio, sus intentos de castidad se desdibujaron. Las tomó a las dos como esposas (aunque ninguno de los dos era un matrimonio válido) y pronto una de las mujeres quedó embarazada.

Afortunadamente, los amigos de Sserunkuuma, San Carlos Lwanga y San Andrés Kaggwa, preocupados por su comportamiento, se enfrentaron a él y le dieron una corrección fraternal tan convincente que Sserunkuuma se separó de ambas mujeres.

Las dejó en su casa y se hizo una especie de celda monástica en el palacio, donde vivió tras confesarse. Aunque no se sabía que era cristiano, cuando comenzó la persecución de los cristianos, confesó que lo era y murió quemado.

5beato Bartolo Longo

El beato Bartolo Longo (1841-1926) era un sumo sacerdote de Satanás antes de su conversión. Aunque creció rezando el Rosario, Bartolo estaba ansioso por vivir plenamente la experiencia universitaria, lo que en aquella época significaba anticlericalismo, ateísmo y, en última instancia, ocultismo.

En poco tiempo fue "ordenado" sacerdote de Satanás. Por intercesión de su difunto padre, Bartolo volvió finalmente a Dios y renunció al satanismo, aunque tardó algún tiempo en aceptar que Dios le había perdonado de verdad. Durante más de 50 años, Bartolo predicó el Rosario, fundó escuelas para pobres y orfanatos para hijos de delincuentes.

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