El Papa Francisco presidió el viernes 29 de marzo de 2024 en la basílica de San Pedro de Roma la celebración de la "Pasión", que conmemora la condena, agonía y muerte de Jesús. Durante esta celebración litúrgica, marcada por el silencio y la sobriedad, el pontífice no pronunció la homilía, ya que es costumbre que cada año la pronuncie el predicador de la Casa Pontificia, el cardenal Raniero Cantalamessa.
La celebración se abrió en absoluto silencio, mientras los fieles, 70 cardenales y obispos y 200 sacerdotes, se arrodillaban detrás del Papa rezando en su silla de ruedas, solo frente al altar mayor. Desde 2022, el Pontífice, enfermo de la rodilla, ya no realiza el rito de la "postración", durante el cual el celebrante se tumba ante el altar en adoración.
Según la tradición, los fieles escucharon la lectura del relato de la "Pasión" de Jesús del Evangelio de san Juan, cantada en latín. A continuación, el Pontífice argentino, el clero y los fieles se unieron en una larga oración intercediendo por la unidad de los cristianos, por los judíos, por los no creyentes, por los gobiernos y por las víctimas de la guerra. A continuación, los fieles veneraron un gran crucifijo de madera traído en procesión, que el Papa sostuvo en sus manos, de pie, durante unos instantes.
El Papa Francisco visitará el Coliseo
En su homilía al Papa, el cardenal Cantalamessa vio en la crucifixión de Jesús una lección para "los poderosos del mundo" y "una inversión total de la idea humana de Dios". En efecto, "la verdadera omnipotencia de Dios es la impotencia del Calvario", explicó. Una realidad divina muy alejada del "triunfo de la Santa Iglesia" profesado por ciertas corrientes católicas en el pasado, observó el fraile capuchino, que predicó vestido con una levita marrón.
Jesús sigue amando y perdonando, sin condenar jamás
Y en la Resurrección, prosiguió el cardenal Cantalamessa, el triunfo de Jesús no es "externo y visible", no es "una venganza que humilla a sus adversarios", porque "cualquier venganza sería incompatible con el amor que Cristo quiso mostrar a los hombres con su pasión". Jesús, dijo, "sigue amando y perdonando, sin condenar jamás".
La celebración terminó, como había empezado, en silencio. Por la tarde, a las 21:15 horas (Roma), el Papa Francisco tiene previsto acudir al Coliseo, en el corazón histórico de Roma, para participar en el Vía Crucis.