La Cuaresma es la oportunidad perfecta para desarrollar nuevos hábitos. Al sostener un compromiso durante varios días consecutivos podremos continuar con lo propuesto de manera muy natural al terminar la semana santa.
No solo se trata de dejar de comer chocolates o mantener limpia y organizada la recámara; ¿por qué no utilizar la Cuaresma como un medio para incorporar más hábitos espirituales a la vida diaria durante los meses o años venideros?
Para obtener algunas ideas puedes ver este video de Aleteia.