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El duelo nos abre a lo nuevo en nuestra vida

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Luisa Restrepo - publicado el 01/12/23
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Quedamos atrapados en la angustia de la pérdida y se alarga nuestro dolor, incapaces de acoger lo que nace a través de eso que hemos perdido

Es necesario concluir bien los duelos. De otro modo, corremos el peligro de que el pasado nos prive de reconocer lo que viene. Esta realidad del duelo la podemos entrever en el llanto de María Magdalena ante el sepulcro vacío. Sus lágrimas representan el desgarro ante lo que hemos perdido. Por ello, nos es tan cercano su dolor y nos conmueve tanto su desconsuelo. Le ha sido arrebatado su mundo. Con la muerte de Jesús y la desaparición de su cuerpo ya no le queda nada de lo que daba sentido a su vida, nada de lo que le había devuelto la razón de existir. 

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