El Papa Francisco exhortó a "abrir más vías legales para la migración", durante un encuentro con los refugiados que han llegado a Europa a través de los corredores humanitarios establecidos por varias agencias cristianas y gubernamentales, el 18 de marzo de 2023. Durante la audiencia en el Pablo VI Salón del Vaticano, denunció las condiciones de las personas detenidas en los campos libios.
En su discurso difundido por la Santa Sede – pero del que el Papa sólo leyó una parte – el jefe de la Iglesia católica evoca el naufragio que mató al menos a 87 personas en el Mediterráneo cerca de Steccato di Cutro, en Calabria (Italia), el 26 de febrero.
Esta tragedia, afirma, mientras se realizan las investigaciones para determinar responsabilidades, "no debió ocurrir y hay que hacer todo lo posible para que no vuelva a ocurrir".
El pontífice lanza un mensaje especial para los refugiados ucranianos: "El Papa no deja de buscar la paz, esperarla y rezar. Hago esto por su atormentado país y por otros que están azotados por la guerra".
También muestra su tristeza por la experiencia de "dolor, humillación y violencia" de quienes han pasado por los campos de detención en Libia, y critica también a los intermediarios "que se aprovechan de la necesidad y del sufrimiento".
A lo largo del texto, el Papa Francisco llama a Europa a no quedarse "parada, asustada, sin visión de futuro". Los corredores humanitarios son "más necesarios que nunca", señala, antes de argumentar que "la migración segura, ordenada, regular y sostenible es de interés para todos los países".
Como "hijo de una familia de emigrantes" piamonteses, el pontífice argentino también recuerda la necesidad de la integración, aunque admite que haya "dificultades". El "buen ejemplo" de los refugiados que han hecho este esfuerzo por integrarse puede "disipar miedos y alarmas sobre los extranjeros", asegura.
Las familias refugiadas presentes en la audiencia llegaron a Italia, Francia, Bélgica, San Marino y Andorra a través de los corredores humanitarios puestos en marcha en 2016 por la Comunidad de Sant'Egidio, en colaboración con los gobiernos y la Federación de Iglesias Evangélicas, la Mesa Valdense, así como Caritas. En total, 6.080 personas han llegado por este medio al Viejo Continente.