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Un lugar emblemático de Roma: las Catacumbas de San Calixto

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Maria Paola Daud - publicado el 13/01/23
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Famosas por ser el lugar del martirio y sepultura de santa Cecilia

Las Catacumbas de san Calixto se encuentran sobre la famosa Via Appia Antica, recientemente nominada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La Regina Viarum (Reina de las Vías) es una calzada con más de 2300 años de antigüedad. Una de las mayores obras de ingeniería civil del mundo antiguo por el enorme impacto económico, militar y cultural que tuvo en la sociedad romana.

Mirando la Via Appia Antica desde la Porta S. Sebatiano, las Catacumbas de San Calixto se encuentran entre la iglesia del Quo Vadis y la Basílica de San Sebastián.

Las de San Calixto, son una de las más importantes catacumbas de Roma por su extensión.

Catacomb of Callixtus

Empezaron a existir hacia la mitad del siglo II y forman parte de un complejo que ocupa una extensión de 15 hectáreas, con una red de galerías de casi 20 km.

Los primeros entierros eran completamente paganos, ubicados en un área de propiedad.

Según el arqueólogo Giovanni Battista De Rossi, quien descubre estas catacumbas en el año 1850, intuye que perteneció a la familia 'Caecili', tras el descubrimiento de los numerosos fragmentos de sarcófagos en los que aparece con frecuencia el nombre de la familia.

La familia Caecilia, era de origen romana plebeya pero importante y rica. Los miembros de esta genealogía ya aparecen en el siglo V a.C., pero el primero de los Caecilia en obtener el título de cónsul fue Lucio Cecilio Metello Denter, en el 284 a.C.

Durante el primer siglo, los cristianos de Roma no tuvieron cementerios propios. Si poseían terrenos, enterraban en ellos a sus muertos. Si no, recurrían a los cementerios comunes que usaban también los paganos.

Por este motivo, San Pedro fue enterrado en la "necrópolis" de la Colina Vaticana y San Pablo fue sepultado en una necrópolis de la Vía Ostiense.

El cementerio oficial de la Iglesia de Roma

En el siglo III, el cementerio es donado al Papa Ceferino (199-217), que confía su gestión al diácono Calixto.

Nace así el primer cementerio propiedad de la Iglesia de Roma, que un siglo más tarde custodiará ya los restos mortales de dieciséis papas, una decena de santos mártires y alrededor de medio millón de cristianos.

Calixto trabajó al frente de las catacumbas casi veinte años, antes de convertirse en el sucesor del Papa Ceferino. Durante ese tiempo, amplió y mejoró la disposición de las áreas principales del cementerio.

Estructura de las catacumbas de San Calixto

El cementerio subterráneo consta de distintas áreas con criptas muy importantes que se construyeron en diversos siglos: Las Criptas de Lucina y la Cripta de los Papas y de Santa Cecilia son los núcleos más antiguos (siglo II).

Las otras zonas reciben el nombre de San Milcíades (mitad del s. III), de San Cayo y San Eusebio (finales del s. III), Occidental (primera mitad del s. IV) y la Liberiana (segunda mitad del s. IV) con muchas criptas importantes.

La Cripta de los Papas

Esta cripta es el lugar más sagrado e importante de estas catacumbas, llamada 'el pequeño Vaticano' porque allí fueron enterrados 9 papas y, probablemente, 8 dignatarios de la Iglesia del siglo III.

A lo largo de las paredes se encuentran las inscripciones griegas originales de 5 papas. En 4 lápidas, junto al nombre del pontífice está el título de 'obispo', porque el Papa era considerado la cabeza de la Iglesia de Roma, y ​​en dos lápidas también está la abreviatura griega de 'MPT' (mártir).

La Cripta de Santa Cecilia

La popular patrona de la música, de familia noble romana, fue martirizada y enterrada en el siglo III, en donde ahora se encuentra su estatua en estas catacumbas.

Allí fue venerada por al menos cinco siglos y en 821 sus reliquias fueron transportadas a Trastevere en la basílica dedicada a ella.

Santa Cecilia en Trastevere
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En la pared cercana a la estatua hay una antigua imagen de santa Cecilia, en actitud orante, más abajo, en una pequeña hornacina, se representa al Salvador con el Evangelio en la mano; al lado está pintado el papa mártir San Urbano.

En una de las paredes del lucernario se pueden ver las figuras de tres mártires: Polícamo, Sebastián y Quirino.

Cubículo de los Sacramentos

Pasando por imponentes galerías llenas de lóculos, llegamos a cinco pequeñas habitaciones, verdaderas tumbas de familia, llamadas cubículos de los Sacramentos, que son importantes especialmente por sus frescos.

Se pueden datar en los comienzos del s. III y representan simbólicamente los sacramentos del Bautismo y de la Eucaristía.

Entre los frescos más importantes podemos encontrar: al Buen Pastor; el profeta Jonás, símbolo de la resurrección; dos peces con una cesta de panes, símbolo de la Eucaristía.

El Buen Pastor en las catacumbas de san Calixto
IThe original sculpture of kriophoros, considered a masterpiece of archaic Greek statuary, dating from 570 BC.

Las basílicas en la superficie de las catacumbas

En la superficie se ven dos pequeñas basílicas con tres ábsides, llamadas por ello "Tricoras": oriental y occidental.

En la oriental se inhumó probablemente al papa San Ceferino y al joven mártir de la Eucaristía, San Tarsicio.

«Que sepas que aquí juntos reposan un grupo de santos
los venerados sepulcros conservan sus cuerpos
mientras que el reino de los cielos acoge sus almas elegidas.
Aquí están los compañeros de Sixto que triunfaron sobre el perseguidor;
el grupo de papas que custodia el altar de Cristo;
el obispo que vivió en la larga paz
los santos confesores enviados desde Grecia;
jóvenes y niños, y viejos con sus castos descendientes.
Aquí, también yo, Dámaso, lo confieso, habría querido ser sepultado,
pero tuve miedo de turbar las cenizas de los santos.»

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