Lo que comenzó con un terreno baldío, hoy empieza a entusiasmar a los fieles en Guayaquil, Ecuador. Es que desde el año 2011, el proyecto del santuario Santa María Madre de Guayaquil va cobrando forma y en los últimos días se dio un paso que llenó de alegría a todos: la inauguración de vitrales con imágenes de la patrona de Guayaquil y otras vinculadas a la eucaristía en la fachada de una de las capillas eucarísticas.
Según informó la propia Arquidiócesis de Guayaquil, los vitrales forman parte de la campaña «La luz de Mará ilumina con alegría» y busca embellecer el templo en esa zona de Ecuador.
En ese sentido, tal cual confirmó a Aleteia el párroco del santuario que está en desarrollo, el padre Yair Rodríguez, la idea original era hacer solamente una capilla, pero «las cosas fueron cambiando en el camino» y ese sitio con los nuevos vitrales será parte del denominado complejo santuario Santa María Madre de Guayaquil.
«Respondiendo a la necesidad de hacer una capilla eucarística, están los vitrales inspirados en los misterios del Santo Rosario, los “misterios luminosos”», prosiguió Rodríguez, quien recordó que a pesar de los costosos de cada vitral (unos 3.400 dólares), el compromiso de la comunidad y gente que sigue colaborando con el proyecto ha sido fundamental.
El reflejo de la mujer costeña
Pero detrás de esta iniciativa aparece el protagonismo de una famosa advocación mariana en Ecuador. Precisamente, se trata de la Virgen María con los rasgos de una mujer guayaquileña, vestida de atuendo local y con el Niño Jesús en sus brazos, quien le responde a un abrazo con una flor.
La pintura original inspirada en la mujer de campo y en un sitio de clima caliente de América Latina, contó con la participación de monseñor Antonio Arregui, arzobispo emérito de Guayaquil, y el apoyo del pintor Arturo Guerrero.
Con el paso del tiempo, esta advocación -y la necesidad de tener una patrona- se fue consolidando y derivó en la realización de un santuario en honor a Santa María Madre de Guayaquil.
El regreso de la peregrinación
El actual arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera, había establecido mediante un decreto que el tercer sábado del mes de julio se realizara una peregrinación anual «con el objetivo de fomentar la devoción de los fieles y el amor a la Virgen María».
Sin embargo, en los últimos años, debido a la pandemia del coronavirus, la peregrinación presencial se vio afectada y hubo que recurrir –práctica extendida a nivel mundial- a alternativas a través de la virtualidad o incluso con acciones específicas como sobrevuelo de imágenes.
No obstante, el 16 de julio de 2022 fue posible celebrar una vez mas de forma presencial la VII Peregrinación al Santuario Santa María Madre de Guayaquil.
Una luz que llena de alegría en medio de la violencia
En los últimos días, Ecuador ha sido noticia por una ola de violencia que ha derivado, por ejemplo, en la declaración de estado de excepción por 45 días. La situación se ha vuelto compleja a raíz de varios atentados con explosivos, la influencia del crimen organizado y también desórdenes en el sistema carcelario, tal cual informó Aleteia a través de varios informes.
Es en medio de esta situación donde la inauguración de estos vitrales en la provincia de Guayas (donde se encuentra Guayaquil y uno de los sitios más afectaos por la violencia en Ecuador) de alguna manera se transforma en señal de consuelo, luz y esperanza.
«Es lamentable lo que estamos viviendo», comentó Rodríguez, quien indicó que como respuesta lo que se está haciendo desde su comunidad es orar mucho.
«Necesitamos mucha oración para que pase esto», añadió el sacerdote vinculado a un santuario que de alguna manera contrarresta las horas más oscuras y llena de luz –con alegría- a Ecuador.