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Las Hermanas Misioneras Combonianas, durante el vuelo del Papa a Karajistán, hicieron llegar al Papa el Comunicado oficial tras el asesinato de la Hna Maria De Coppi junto con una “Capulana” procedente de Mozambique. Se trata de una tela símbolo de la mujer africana que está presente en los momentos más importantes de la vida de la mujer en este continente. Con ella se envuelve a los bebés y se cubre a los fallecidos y procede del país donde trabajaba la religiosa fallecida.
"Estas son las mujeres de la periferia, así me gusta llamarlas", afirmó el Papa al recibir el regalo de las religiosas.
La Capulana tiene el siguiente texto explicativo, que también se le hizo llegar al Pontífice:
Las religiosas explican la importancia de esta tela para las mujeres de Mozambique:
Comunicado de las Hermanas Combonianas
Junto al regalo, las misioneras le hicieron llegar al Papa su comunicado oficial que lleva por título: “La muerte de nuestra hermana regenerará la vida misionera en Mozambique y en todo el mundo”.
En él explican que quieren reafirmas su trabajo en Mozambique: “Los pasos de los misioneros y misioneras en esta tierra no se detienen a causa de la violencia. La muerte de nuestra hermana se transformará en semilla que regenerará la vida misionera en Mozambique y en todo el mundo”.
“Como misioneras no nos echamos atrás, no tenemos miedo y nos unimos al dolor de todos los que padecen la violencia terrorista”, destaca el comunicado que recuerda la situación que viven las religiosas: “Cabo Delgado y su entorno sufren desde 2017 una grave crisis humanitaria a causa de la violencia protagonizada por diversos grupos yihadistas y terroristas que han provocado el desplazamiento forzoso de cerca de 800.000 personas en la zona”.
María de Coppi
La Hna. Maria, de 83 años, llevaba trabajando desde 1963 en Mozambique de manera prácticamente ininterrumpida. Había vivido en Mozambique la guerra de independencia y la larga guerra civil que la siguió. El pasado martes, 6 septiembre, falleció mártir, víctima de una muerte premeditada y violenta en odio a la fe cristiana, “entregando su vida por todos aquellos a los que cuidaba, consumando su Sí a Dios según el carisma de nuestro fundador, san Daniel Comboni”, explican las religiosas.
Finalizan su comunicado pidiendo oración “para que el deseo de venganza no prevalezca”.