Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa, protagonizó este 4 de agosto una de las imágenes más emblemáticas y potentes con respecto a lo que está siendo la intensificación de los asedios a los miembros de la Iglesia católica en Nicaragua.
Con el santísimo en manos, tal cual reportó Aleteia, encaró a la Policía orteguista en reclamo de que «dejen en paz» a la feligresía católica.
Sin embargo, esa imagen no sería la única de Álvarez este jueves 4 de agosto. Con el correr de las horas trascendió que intentó salir a la catedral de San Pedro para celebrar misa, «pero antimotines se colocaron en posición de ataque y lo bloquearon», tal cual publicaron medios locales como El Confidencial.
Fue en ese momento, durante el tiempo que fue «encerrado» en la casa episcopal donde Álvarez, en la puerta, empezó a decir a los policías que no se preocuparan, que no iban a salir (se encontraba en el lugar junto a seis sacerdotes y seis laicos).
Y posteriormente, tal cual difundió el canal de la diócesis de Mataglapa, empezó a interpretar la famosa canción «Amigo» vinculada al cantautor brasileño Roberto Carlos.
«Tú eres mi hermano del alma, realmente el amigo
que en todo camino y jornada está siempre conmigo
Aunque eres un hombre, aún tienes alma de niño,
aquel que me da su amistad, su respeto y cariño»
«En ciertos momentos difíciles que hay en la vida,
buscamos a quien nos ayude a encontrar la salida,
y aquella palabra de fuerza y de fe que me has dado
Me da la certeza que siempre estuviste a mi lado»
«No preciso ni decir todo esto que te digo,
pero es bueno así sentir que eres tú mi gran amigo»
Hasta aquí parte de la letra original que Álvarez interpretó, con algunas modificaciones, frente a los policías.
Curiosamente, esta canción que Roberto Carlos dedicó a su entrañable amigo Erasmo Esteves fue el tema musical con el que México le dio la bienvenida a san Juan Pablo II. Eso sucedió en enero de 1979 con motivo de su primera visita al país. Sin dudas una canción también emblemática, en boca de Álvarez, frente a quienes lo han tenido cercado. Principalmente en días de máxima tensión contra la Iglesia en Nicaragua.
El mensaje de apoyo del clero
Lo sucedido con Álvarez aconteció durante la fiesta de Juan-Bautista María Vianney, patrono de los sacerdotes. En ese sentido, los propios sacerdotes de la diócesis de Matagalpa, que también fue noticia a nivel internacional por el cierre de emisoras católicas, hicieron público un mensaje en el que expresaron «amistad, solidaridad, cercanía y comunión» con Álvarez.
«Exhortamos a las autoridades del país a respetar la libertad de expresión y de religión de nuestra patria. Que cese la persecución a la Iglesia», señalaron los obispos en su mensaje, quienes también invitaron a los fieles a seguir «doblando rodillas» por la Iglesia, por los sacerdotes y por Nicaragua.
Uriel Vallejos logró salir tras casi tres días de encierro
Mientras tanto, este 4 de agosto también se informó que el padre Uriel Vallejos, quien permaneció encerrado en la casa cural de la parroquia Jesús de la Divina Misericordia, en Sébaco, logró salir junto a los seis fieles que lo acompañaban desde el 1 de agosto.
«No me dejen solo», había sido uno de los últimos mensajes de Vallejos a través de las redes sociales, quien fue relatando a través de esa vía –además de alguna conversación con TV Merced, de la diócesis de Matagalpa- lo que estaba sucediendo en el lugar luego de que policías y antimotines irrumpieran la capilla Niño Jesús de Praga, el templo y el colegio San Luis Gonzaga.
Durante ese tiempo Vallejos también contó que se estaban alimentando con pocas cosas que tenían en el lugar y que estaban a oscuras.
Con respecto a la liberación, El Confidencial señaló en otro artículo que «la evacuación se logró mediante una comisión de religiosos». La policía también abandonó el lugar.
Fueron horas oscuras donde incluso la población fue agredida por quienes asediaron el templo católico con el fin de hacerse con los equipos de una de las emisoras cerradas.