Líderes y responsables “protagonistas de la paz y no de la guerra”. El papa Francisco pidió hoy que los nuevos 10 beatos apenas canonizados inspiren a los lideres de sus países de origen y del mundo.
Las vidas de estos santos como modelo de inspiración para quienes toman decisiones. Una invitación a ser protagonistas de una santidad hecha de gestos cotidianos de amor a favor de la resolución de conflictos y de la paz.
Al final de la Celebración Eucarística en el parvis de la Basílica de San Pedro, este domingo 15 de mayo de 2022, durante la cual tuvo lugar la canonización de 10 beatos, el Papa presidió también el rezo del Regina Caeli con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.
“Antes de concluir esta Celebración Eucarística, deseo saludar y agradecer a todos ustedes: mis hermanos cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, especialmente los que pertenecen a las familias espirituales de los nuevos santos, y todos vosotros, pueblo fiel de Dios, reunidos aquí desde tantas partes del mundo”, expresó el Papa al introducir la oración mariana del Regina Caeli.
A continuación, saludó también a las Delegaciones oficiales de varios países, especialmente al Presidente de la República Italiana, Segio Matarella.
“Es bueno ver que, con su testimonio evangélico, estos santos han favorecido el crecimiento espiritual y social de sus respectivas naciones y también de toda la familia humana”.
El Papa explicó que “lamentablemente, en el mundo crecen las distancias y aumentan las tensiones y las guerras”. Francisco lo dijo sin mencionar la guerra en Ucrania y las otros conflictos en África y Oriente Medio.
"Los nuevos santos - dijo el Papa - inspiren soluciones de unión, caminos de diálogo, especialmente en los corazones y las mentes de quienes ocupan puestos de gran responsabilidad y están llamados a ser protagonistas de la paz y no de la guerra"
Asimismo, saludó a todos los fieles y peregrinos presentes, alrededor de 60.000. Así como aquellos que siguieron la misa a través de los medios de comunicación.
Al final, el Pontífice rezó la oración mariana del Regina Caeli:
“Y ahora nos dirigimos a la Virgen María para que nos ayude a imitar con alegría el ejemplo de los nuevos santos”.