Esta planta, típicamente mediterránea, suele florecer con la primera luna llena de la primavera que coincide con el Viernes Santo y ese momento es el más apropiado para su recolección.
En ocasiones asociamos las fiestas y celebraciones con un baile, una música, una indumentaria propia o una serie de ritos. En el caso de la Semana Santa hay muchas tradiciones y actos propios de una riqueza y un valor a la altura de lo que recordamos y revivimos los cristianos estos días: la muerte, pasión y resurrección del Señor.
El tomillo, planta asociada a la Semana Santa
De hecho, la Semana Santa tiene incluso una planta propia: el tomillo. Su floración suele producirse en los días de la primera luna llena de la primavera: es decir, la noche de Jueves Santo, cuando cae la humedad, y la mañana del Viernes Santo, antes de la salida del sol.
Es tradición en esos días salir a los bosques, sobre todo en la zona mediterránea, para recolectar esta planta, recién florida. Ya lo dice el refrán: “Viernes Santo, vamos a coger tomillo al campo”.
Incluso existe la creencia popular de que el tomillo cogido el Viernes Santo no pierde la flor y tiene virtudes especiales. Pero todo tiene una explicación: resulta que esta fase lunar es la mejor época para recolectar algunas plantas y hierbas, ya que cuando hay luna llena sus propiedades y virtudes están reforzadas porque la luna altera su sabia.
En el Calvario floreció el tomillo
Según cuenta la tradición cristiana el día de la muerte de Cristo la montaña del Calvario floreció de tomillo. Por eso decimos que el tomillo resucita cada año por estas fechas y perfuma extraordinariamente el ambiente, a la vez que contribuye también a la resurrección de Cristo.
Por esta razón, el Jueves y Viernes Santo, entre el momento en que Jesús muere en la cruz, es depositado en el sepulcro y antes de resucitar- es decir, cuando Jesús está en el Monumento-, desde que finaliza el Oficio de Jueves Santo hasta el Sábado, muchas personas llevan tomillo florido a las Iglesias.
Esta planta resucita
Allí lo depositan al lado del Monumento, donde se supone que reposa el cuerpo sin vida de Cristo. Esta es la razón por la que se dice que el tomillo “resucita”.
Antiguamente, y quizás ahora también es habitual en algunos lugares, se vendían por las calles pomos de tomillo a la entrada de las Iglesias cuando los fieles entraban a visitar los Monumentos.
¿Qué otros nombres tiene el tomillo?
El tomillo es rico en aceites esenciales que le otorgan un penetrante olor aromático.
Su nombre científico es Thymus vulgaris, derivado de la palabra griega thyein, que significa aroma.
El tomillo es conocido también con otros nombres dependiendo del lugar, como por ejemplo en catalán farigola o timó, en euskera se le conoce como erle-bedarra (hierba de las abejas), en inglés tyme, en francés thym o en italiano timo.
El tomillo, aunque es propio de zonas del Mediterráneo, donde suele crecer en terrenos pedregosos en forma de matas como un arbusto, también lo podemos encontrar en otras zonas como planta cultivada. Sus flores son muy pequeñas y pueden ser de color blanco o rosadas. En algunos países o áreas es especie protegida.
Recolección y secado
El tomillo, igual que otras plantas medicinales, aumenta sus virtudes si se recolecta coincidiendo con la luna llena y además si se recoge en estas fechas no pierde la flor cuando se seca.
Se recomienda no arrancar la mata de la planta de raíz, sino que simplemente hay que romper las ramas que se necesiten. De este modo el resto de la planta puede continuar creciendo. Al ser un arbusto de tipo leñoso, sus ramas pueden quebrarse fácilmente, así que no es necesario llevar tijeras.
Para secar el tomillo, hay que esparcirlo sobre papel de periódico en un lugar bien ventilado y a la sombra. De esta forma en unos días, las hojas y flores se desprenden fácilmente del tallo. Las prodremos guardar en un bote bien cerrado para mejor conservación.
Virtudes y propiedades del tomillo
Una de las características del tomillo es su intenso aroma. Por eso su esencia es usada para elaborar perfumes, presentes en muchos productos de higiene personal y para aromatizar la casa.
Pero esta planta tiene una gran cantidad de propiedades medicinales: antisépticas, antibacterianas, diuréticas, expectorantes o digestivas. Tomado como infusión activa la circulación y el sistema nervioso.
También se utiliza para combatir la tos, el dolor de cuello y otras afecciones del sistema respiratorio, como resfriados, bronquitis, asma o sinusitis. Incluso puede ser usado para el mal aliento y otras afecciones de la boca.
Uso culinario
Por otro lado, en los países mediterráneos, donde es tan abundante, el tomillo es indispensable en la cocina. Se usa en la preparación de muchos platos.
Básicamente es una especie utilizada para aromatizar los platos de carne, sobre todo el cordero. Hay un refrán que dice que “Al conejo, romero y tomillo al cordero”. Pero también puede ser usado para cocinar pollo al horno, pescados y, sobre todo, sopas.
En Cataluña es muy popular la sopa de tomillo. Se elabora con solo 4 ingredientes básicos: pan, aceite, ajo y tomillo, a la que se puede añadir también un huevo.
Por último, el tomillo es usado para la preparación de aceites, vinagres y otros adobos y salsas. Además, con este ingrediente se puede elaborar miel.
El tomillo, un regalo que nos hace la naturaleza esta Semana Santa y nos invita a pasear por el bosque con la familia.