“La pobreza y la desigualdad se han convertido en el signo del pecado estructural de esta sociedad”,
Así se expresó el cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo en una carta dirigida a los hombres y mujeres comprometidos con la evangelización en Caracas.
Es un llamado que hizo el viernes 4 de febrero, inspirado en el papa Francisco para constituir una Iglesia sinodal. Está dirigida a sus obispos auxiliares, sacerdotes, religiosos y religiosas, diáconos y al laicado de la Iglesia metropolitana de Caracas.
“Me siento animado a llamarlos a profundizar su compromiso con la formación en el compromiso social, acompañando a las comunidades a las que sirven para fortalecer sus luchas por reivindicar sus derechos a vivir en democracia, a movilizarse mediante su organización para construir mejores condiciones de vida”, motivó.
También exhorta a acompañar “a las comunidades a las que sirven para fortalecer sus luchas por reivindicar sus derechos a vivir en democracia”.
Venezuela texto y contexto
La carta del cardenal surge en un contexto en el que el gobierno de Nicolás Maduro está seriamente cuestionado, mientras la Iglesia se mantiene como la institución con mayor credibilidad en el país. La iglesia realiza impecable trabajo social entre los más pobres.
En los últimos días, miembros del partido de gobierno, fueron detenidos acusados por tráfico de drogas, entre ellos, algunos diputados y altos cargos municipales. Para muchos, las detenciones son un antifaz que busca limpiar la imagen del gobierno.
Por otra parte, existe gran expectativa en el país porque la Corte Penal Internacional alargó el plazo hasta el 16 de abril. En este caso para que el gobierno presente su informe sobre presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos en el país suramericano.
Democracia muy debilitada en Venezuela
Pero sigamos con Porras. A pesar de no citar hechos puntuales, considera que el Estado de derecho en Venezuela “es constantemente vulnerado, impidiendo la participación ciudadana en la libre deliberación pública y en la búsqueda de soluciones”.
En la carta recibida por Aleteia, dice que el “amedrentamiento por parte de los órganos oficiales siembra miedo y silencio”. Acota algo muy grave y que es la base de la crisis estructural que se vive en el país: “Nuestra democracia está muy debilitada”.
Porras echa mano de la reciente exhortación de la Conferencia Episcopal Venezolana. Ahí se denuncia que el país se encuentra en una grave crisis multidimensional, que se traduce en dolor y sufrimiento para las grandes mayorías.
“A nivel económico, asistimos a una gran contradicción: mientras la economía venezolana se encuentra aún sumida en grandes deficiencias que impiden un trabajo digno y un salario justo, cuantiosas inversiones se están dando en el país que solo benefician a pocas personas o grupos de inversionistas en áreas poco accesibles a la mayoría empobrecida de la población”, cita de la exhortación del 13 de enero.
La política como expresión de solidaridad
El administrador apostólico de la Arquidiócesis de Caracas habla del compromiso de la acción política entendida como la expresión de más alta caridad y solidaridad. Sus invitaciones a los cristianos de Caracas, son precisas en ese sentido.
Los invita a “desarrollar iniciativas de formación en el conocimiento de los problemas del país y a profundizar en el derecho a vivir en democracia como medio para responder a los grandes problemas que amenazan la vida del pueblo venezolano”.
Como bautizados, su llamado es a “participar en la acción política, entendida como la expresión de más alta caridad y solidaridad, como la búsqueda del bien más universal para nuestros hermanos, tal y como nos los recuerda la doctrina social de la Iglesia”.
Constituirse como Iglesia sinodal
Explica que su motivación parte de “la llamada que hemos recibido del Papa Francisco para constituirnos como una Iglesia sinodal, llamada a caminar juntos: siendo una Iglesia de la escucha en la cual cada uno tiene algo que aprender”.
De allí que hizo propia la invitación del Papa en la Encíclica Fratelli Tutti:
“Reconocer a cada ser humano como un hermano o una hermana y buscar una amistad social que integre a todos no son meras utopías. Exigen la decisión y la capacidad para encontrar los caminos eficaces que las hagan realmente posibles. Cualquier empeño en esta línea se convierte en un ejercicio supremo de la caridad”.
Apoyado en el Centro de Formación Monseñor Arias Blanco
La propuesta del cardenal Baltazar Porras tendrá en el Centro de Formación Arias Blanco que dirige el padre Alfredo Infante su apoyo. También coordinación de los encuentros.
“En los próximos días estaré convocando a las parroquias y vicarías que quieran asumir esta invitación, a los catequistas, a los jóvenes, a los centros educativos que están bajo la responsabilidad de la Iglesia, entre otros agentes pastorales”, dijo Porras Cardozo.
La intención, acuña la carta, es la siguiente:
“Organizar programas de reflexión, formación y acción en esta dirección, con el apoyo del Centro Monseñor Arias Blanco, los obispos auxiliares y mi equipo de apoyo”.
Finalmente, citando a la CEV, dijo que la refundación de la nación implica:
“La inclusión de los pobres y necesitados como sujetos de su desarrollo; recuperar la convivencia fraterna a través de la promoción permanente y efectiva del diálogo; realizar negociaciones claras y justas en favor del pueblo; promover la familia y la educación…”.