L’Osservatore Romano publicó nueva entrevista al Papa Francisco sobre el papel de la paternidad (también espiritual) y, más ampliamente, el de la familia en medio de la pandemia y el miedo que invade a tantas personas.
Francisco habló sobre la dimensión espiritual de la paternidad y de la maternidad como algo que no solo está presente en el ministerio sacerdotal (destinado a los hombres) sino, también en la vocación de las religiosas, laicas y laicos en la Iglesia.
“Un padre espiritual puede compartir no tanto sus conocimientos teóricos, sino sobre todo su experiencia personal. Sólo así puede serle útil a un hijo”, expresó Francisco en la entrevista concedida al ‘diario del partido’, como le llama jocosamente al diario de la Santa Sede, publicada este jueves 13 de enero de 2022.
“Hay una gran urgencia, en este momento histórico, de relaciones significativas que podríamos definir como paternidad espiritual, pero -permítanme decir- también maternidad espiritual, porque este papel de acompañamiento no es una prerrogativa masculina o sólo de los sacerdotes.
Hay muchas religiosas buenas, muchas consagradas, pero también muchos laicos que tienen una gran experiencia que pueden compartir con otras personas.
En este sentido, la relación espiritual es una de esas relaciones que necesitamos redescubrir con más fuerza en este momento histórico, sin confundirla nunca con otras vías de naturaleza psicológica o terapéutica”, sostuvo.
Padres que arriesgan su vida por sus hijos son héroes
El Obispo de Roma manifestó también su cercanía al drama familiar de la pérdida del trabajo de muchos padres sobre todo a causa de la pandemia.
“No creo que sea un sufrimiento fácil de afrontar el de no conseguir dar el pan a los propios hijos y de sentirse encima la responsabilidad de la vida de los demás”.
En este sentido, manifestó su oración y cercanía: “Pero pienso también en tantos padres, en tantas madres, en tantas familias que escapan de las guerras, que son rechazadas en los confines de Europa y no solo y que viven situaciones de dolor, de injusticia, y que nadie toma en serio o ignora deliberadamente.
Quisiera decir a estos padres, a estas madres, que para mí son héroes porque encuentro en ellos el coraje de quien arriesga su propia vida por amor a sus hijos, por amor a su familia".
También María y José han experimentado este exilio. El Papa dijo que se acuerda de ellos siempre y en la medida de lo posible continuará dándoles voz y no los olvidará.
Iglesia materna y paterna, no paternalista
Explicó que la Iglesia es tal no solo cuando dice sí o no, sino cuando anima a las grandes elecciones de sus hijos. Asimismo, reivindicó que la Iglesia no debería ser solo materna sino también paterna.
Además, sostuvo que la Iglesia está llamada a ejercer un ministerio paterno no paternalístico. “Pero creo que deberemos tener el valor de decir que la Iglesia no debería ser solo materna sino también paterna".
Es decir, la Iglesia "está llamada a ejercer un ministerio paterno no paternalístico. Y cuando digo que la Iglesia debe recuperar este aspecto paterno me refiero precisamente a la capacidad paterna de colocar a los hijos en condiciones de asumir las propias responsabilidades, de ejercer la propia libertad, de hacer elecciones”, abundó.
José es un testimonio luminoso en tiempos oscuros
La entrevista ha tocado varios argumentos: La paternidad a la luz del testimonio de San José y los retos que los padres afrontan hoy para dar a sus hijos un futuro de esperanza, entre otros.
El Papa ha conversado con el director del diario vaticano, Andrea Monda, y el subdirector editorial del Dicasterio para la Comunicación, Alessandro Gisotti.
Desde el inicio del pontificado, Francisco ha dedicado una atención especial al patrón de la Iglesia, San José, así que la entrevista igualmente tuvo como contexto la conclusión del año especial dedicado al esposo de María.
Un buen padre espiritual no sustituye la conciencia
El Papa sobre cómo pueden ser padres los sacerdotes habla de la importancia de la “paternidad espiritual”. “La paternidad - dijo - no es algo que se da por descontado, no se nace padres, como mucho uno se convierte en ello”. “Igualmente, un sacerdote no nace ya padre sino que debe aprenderlo”.
“Ser un buen padre, humanamente hablando, es tal porque ayuda al hijo a convertirse en sí mismo, haciendo posible su libertad y empujándole a las grandes decisiones”.
De igual modo, el Papa indicó que “un buen padre espiritual” no “sustituye la conciencia de las personas que se confían a él”, ni “domina la vida de los que le han sido confiados”.
Más bien cree en una actitud “discreta y al mismo tiempo firme”. Un sacerdote “capaz de indicar el camino, de ofrecer claves de lecturas diversas, ayudar en el discernimiento”.
Ser buen padre no es imponerse
En el diálogo recuerda la carta apostólica Patris corde escrita con motivo del 150 aniversario de la declaración de San José como patrono de la Iglesia universal.
“José nos muestra la capacidad de cuidar de Jesús sin adueñarse nunca de él, sin querer manipularlo, sin querer distraerlo de su misión”.
Sobre la capacidad de amar a un hijo, aseguró que “un buen padre lo es cuando sabe retirarse en el momento oportuno para que su hijo pueda emerger con su belleza, con su singularidad, con sus elecciones, con su vocación”.
En este sentido, dijo a los padres y madres que “en toda buena relación es necesario renunciar al deseo de imponer una imagen desde arriba, una expectativa” con “excesivo protagonismo”.
“La característica de José de saber hacerse a un lado”. En este sentido, sostuvo, José “sabe retirarse de la escena para que Jesús pueda brillar en toda su vocación, en toda su misión”.
“A imagen y semejanza de José, debemos preguntarnos si somos capaces de saber dar un paso atrás, de permitir que los demás, y sobre todo los que nos han sido confiados, encuentren en nosotros un punto de referencia pero nunca un obstáculo”.