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Miles de personas siguieron este miércoles 8 de diciembre de 2021 -presencialmente y virtualmente- la bendición de la torre de la Virgen María de la Sagrada Familia de Barcelona y la iluminación de la estrella que la corona.
En los días anteriores, centenares de miles de personas de más de cien países han participado simbólicamente en el encendido de la estrella gracias a una participativa campaña por internet.
El papa Francisco deseó que Barcelona sea una ciudad acogedora y preocupada por los pobres y los que sufren, en un videomensaje enviado para este esperanzador acto:
El arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, dijo que el arquitecto Gaudí debía estar disfrutando desde el cielo de este acto que él soñó. Y agradeció especialmente a todos los que sufrían el frío en la calle para presenciarlo.
En su homilía, recordó el dolor que está provocando el Covid, que "nos ha demostrado que somos débiles y vulnerables" y nos ha enseñado "que nos necesitamos los unos a los otros".
La épica música que ensalzó la inauguración fue el estreno de un arreglo de la pieza Magnificat compuesta por Marc Timón y cantada por el Orfeó Català.
A falta de la construcción de la torre de Jesucristo, la de la Virgen María es ahora la más alta del emblemático templo, con una altura de 138 metros.
Desde muchos puntos de la ciudad puede verse ahora la estrella, iluminada por las tardes. En palabras del cardenal Omella, "Santa María quiere ser nuestra luz en medio de la oscuridad".