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Una reunión de pareja imprescindible antes de Navidad

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Mar Dorrio - publicado el 29/11/21
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Los padres de familia necesitamos un momento de diálogo "solos tú y yo" para afrontar estas maravillosas fiestas unidos y con paz

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Dentro de nada empieza diciembre, un mes que desde el día 1 ya huele a Navidad. Unos 23 días para decorar, pensar en menús especiales que marquen la diferencia... prepararnos para esas maravillosas fiestas. Porque, sin lugar a dudas, es la mejor fecha del año, como dice el villancico: “The most beautiful time of the year”.

Hoy en día, además de los tradicionales calendarios con un chocolate en cada casilla, hay “calendarios beauty”, con una muestra de un producto de belleza en cada ventana; hay calendarios de recetas, como el que nos inventamos hace unos años en un grupo de whatsapp donde, cada día previamente asignado, una componente del grupo colgaba su receta navideña “estrella”.

Pero yo quiero animar a que, cada familia, se invente su propio “Calendario de Adviento”. Que coloque en su casilla correspondiente el día de escribir las felicitaciones, el día de ir al bosque, etc. Como digo en mi libro “Calendario de Adviento”: Creando tradiciones legendarias de hace 15 minutos.

Y, en alguna de las ventanitas de tu calendario particular, debes reservar una casilla muy especial, dedicada a tener un microbriefing sólo de dos. Los padres de familia tenemos mucho que reflexionar, aclarar, definir, proteger y defender. Yo lo coloqué el día 4: Microbriefing, tú y yo. 

Para ese microbriefing, elijamos un terreno neutro. Podemos:

- Ir a una cafetería sin niños, sin familia.

- Dar un paseo.

- Desplazarnos con el coche hasta un escenario tranquilo, con un café para llevar.

Para que "tengamos la fiesta en paz"

Y nos toca hablar, pactar, todos los puntos que puedan ser conflictivos en las próximas fiestas. Estamos a tiempo de poder “tener la fiesta en paz”, como se titula la nueva película del cineasta Cotelo. Tenemos que aclarar cuánto nos vamos a gastar, qué cantidad vamos a dedicar a esa partida presupuestaria. Quizá este año podemos tirar la casa por la ventana... ¡Fenomenal!, pero lo hacemos de mutuo acuerdo. Y, si en tu casa pasa lo mismo que en las del 80% de las familias, y este año toca celebrar las fiestas con un perfil más bajo, perfecto: el brillo de estas fiestas no depende del gasto, sino de nuestra actitud. Estando unidos, contentos y felices, sabremos defender ese presupuesto, y lo conseguiremos hacer brillar como el que más.

Piensa que la primera Navidad se celebró en un mísero portal, y creo firmemente que esa noche no cenaron langostinos. Ésta es una de las tradiciones legendarias, inventadas hace un cuarto de hora, de las que podemos prescindir. Eso sí, hay que cumplir con lo pactado: no te desmarques de lo que habéis decidido, no traiciones a tu compañero de microbriefing. Algunas cuestiones a tratar pueden ser las siguientes:

- Adolescentes. Antes de que os declaren la guerra, hay que definir el protocolo de actuación: ¿Vais a dejar que salgan de noche? ¿Les dejaréis ir a un cotillón en fin de año? Si es que no, ¿cómo vais a resistir y a reducir los efectos secundarios de los enfados?

- La tía simpática quiere regalar un móvil a uno de vuestros hijos sin que vosotros estéis de acuerdo. ¿Cómo lo vais a gestionar?

- También, y no menos importante, tenéis que hablar de esas acciones que os disgustan, que os irritan, aunque no sean objetivamente malas: la mirada de arriba abajo de tu cuñada a los niños; el golpeteo del dedo de tu suegro en tu hombro... Gestos que, tu marido, tu mujer, necesita conocer para darse cuenta, en el momento en que ocurran (ya sabes que ocurrirán), de qué tipo de dragones están rugiendo en tu interior. Así le daréis la vuelta a la situación y, ese dedo en el hombro, generará una mirada de “tú y yo”, una mirada llena de complicidad que os hará más fuertes, más unidos... Como la escena del dedo, podríamos enumerar mil. Tú me podrías contar las tuyas propias, pero lo importante es que se las cuentes a él o a ella.

Con la ayuda de la creadora de la primera Navidad, con su esencia, con sus formas, con lo esencial, saldremos más fuertes, más unidos, de esta Navidad. Día 4, Microbriefing. Why not?

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