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‘Copoazú’, también conocido como cacao blanco, es un frutal nativo de la Amazonía. Es de este “súper fruto amazónico” que se aprovecha su pulpa con el fin, por ejemplo, de elaborar bebidas frías. También mermeladas o hasta pasteles. Lo mismo que sus granos para preparaciones como chocolate.
Entre los principales beneficios de este árbol frutal tropical se destacan sus propiedades antiinflamatorias. Lo mismo en cuanto a su contenido en grasas insaturadas y fibra, siendo apropiado para la protección cardiovascular.
En los últimos días, este fruto volvió a ser noticia tras el anuncio de una nueva conquista del mercado europeo. Esto gracias a que pequeños y medianos productores de la Asociación de Productores Agropecuarios de la comunidad “El Progreso” exportaron 25 toneladas de granos de copoazú con destino a Rusia. Algo posible a través de la Cooperativa Agraria de Servicios Múltiples Sur Oriente (Coopssur).
Detrás del logro se encuentra también el trabajo organizado de Cáritas Madre de Dios. Aquí la organización vinculada a la Iglesia en Perú y que formó parte del proceso de mejora de las capacidades de acopio del fruto. También en la poscosecha en tiempos complejos por la pandemia.
«Nosotros como socios de 'El Progreso' siempre soñamos con que nuestros productos pudieran comercializarse al mercado, deseábamos que todos conocieran que en esta zona el copoazú es un fruto que cultivamos con mucho esfuerzo y entre todos. Este envío de granos de copoazú es un orgullo porque ahora el extranjero conocerá nuestra producción», señaló Wilson Flores Paredes, presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios de la comunidad “El Progreso”, recuerda una nota publicada por Cáritas Madre de Dios.
Otro de los logros destacados en esta exportación ha tenido que ver con el apoyo recibido para que Coopssur pudiera renovar el sello de certificación orgánica. Esto con el objetivo de cumplir con los estándares de calidad requeridos.
«Es momento de visibilizar el fruto del copoazú, sentimos que es el segundo producto bandera y orgullo de nuestra región. Esto no se hubiera podido lograr sin el trabajo conjunto entre los agricultores y las diferentes instituciones que han ayudado para que esto se realizará», indicó también el gobernador Regional de Madre de Dios (Goremad).
Por último, desde Cáritas Madre de Dios se recuerda también que la producción de copoazú,se ha estado desarrollando bajo la implementación de sistemas forestales. En este caso como parte de una estrategia de adaptación al cambio climático, además de la ayuda a las familias campesinas.
La iniciativa es posible gracias al proyecto “Fortalecimiento y adaptación al cambio climático de los medios de vida de comunidades campesinas e indígenas en la Amazonía, Bolivia y Perú, 2018-2021”, impulsado por Cáritas Madre de Dios. En este caso, una propuesta para mitigar los impactos de actividades extractivas que afectan el bosque amazónico, vasta zona de la ‘casa común’ que suele estar en el corazón del papa Francisco.