La boda de Liz y Freddy en Paraguay marcada por un accidente, varias operaciones, la discapacidad y la solidaridad. Su “sí, quiero” no deja a nadie indiferente.
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Un accidente dejó a Freddy con severos daños físicos, pero el amor pudo más. Liz y Freddy protagonizan esta conmovedora historia. Para organizar su boda pudieron contar con la solidaridad de muchos que ahora celebran su “sí, quiero”.
Liz Brizuela tiene 25 años y Freddy Saavedra 28. Se aman y tienen dos hijos. Llevaban 8 años de convivencia cuando se planteaban casarse pero la vida de este pareja dio un giro inesperado. Hace poco más de un año, Freddy sufrió un accidente de tránsito que le dejó graves secuelas físicas y neurológicas.
Antes del accidente, la pareja había conversado sobre el matrimonio, pero los planes tuvieron que posponerse. Sin embargo, cuando Freddy dejó el hospital, Liz decidió iniciar los preparativos para hacer posible la boda, fijada para el 23 de enero de este año.
Un sueño cumplido gracias a la solidaridad
Sin recursos para costear los gastos de la boda, la joven decidió compartir parte de lo sucedido a través de una publicación en Facebook y apeló a la solidaridad para cumplir su sueño: casarse con el amor de su vida.
En su publicación, Liz señaló lo siguiente: “Muchas personas me dijeron para qué me quiero casar con una persona enferma, que ya no me va a servir, que no va a poder hacerse cargo de mí y de nuestros dos hijos, que va a ser solo una carga… pero yo les digo que él es el amor de mi vida y que yo lo amo en las buenas y en las malas”.
La ayuda no tardó en llegar
La historia de la pareja conmovió a miles de personas que decidieron poner su granito de arena para que pudieran celebrar de la mejor manera su matrimonio. Y así fue cómo Liz Brizuela y Freddy Saavedra se casaron en la fecha fijada en una iglesia evangélica del barrio Ciudad Nueva de Ciudad del Este, en Paraguay.
“Jamás imaginé que íbamos a recibir tanta ayuda de parte de la gente. Gracias a Dios, fue una celebración maravillosa y nos sentimos muy felices”, relata Liz Brizuela en comunicación con Aleteia.
La joven recordó que antes de la publicación solo tenía su vestido de novia y una torta, pero gracias a la ayuda de las personas quedaron superadas todas las expectativas.
Sin ocultar su emoción, agradeció las expresiones de solidaridad.
“A Freddy aún le quedan muchas batallas por luchar ya que próximamente deberá someterse a una cirugía reconstructiva en la cabeza, pero con la ayuda de Dios, todo va a salir bien”, expresó Liz.
La joven comentó que tras su accidente, Freddy estuvo por más de un mes en Terapia Intensiva. “A veces él es como un niño y requiere de una medicación para prevenir las convulsiones”, agregó.
La historia de Liz Brizuela y Freddy Saavedra no solo despertó la solidaridad, sino también, es una muestra tangible del verdadero valor del amor.