En el Angelus, reflexionó sobre la decisión de seguir las ambiciones humanas, “las perspectivas más cómodas, las inclinaciones del mal”.
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El egoísmo puede llevar a cada uno a “considerar la venida de Jesús en su vida como una amenaza”, expresó el papa Francisco desde la ventana del estudio en el Palacio Apostólico Vaticano durante el rezo del Angelus con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza San Pedro este sábado 6 de enero de 2018 a medio día.
Tras concluir, en la Basílica Vaticana, la celebración de la Santa Misa en la solemnidad de la Epifanía del Señor, el Papa se centró en su reflexión sobre tres actitudes: la búsqueda (de Jesús), la indiferencia (de los sumos sacerdotes) y el miedo (de Herodes y del pueblo de Israel). “Nosotros también debemos elegir cuál de las tres actitudes tomar”.
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“Los Reyes Magos no dudan en comenzar a caminar para encontrar al Mesías. Cuando llegan a Jerusalén, preguntan: “¿Dónde está el que nació, el rey de los judíos? Vimos su estrella aparecer y venimos a adorarlo “(v. 2)”.
Ellos hicieron un largo viaje y ahora intentan descubrir dónde se encuentra el Rey recién nacido. “Esta infatigable búsqueda de los Reyes Magos contrasta con la indiferencia de los sumos sacerdotes y escribas. Conocen las Escrituras y son capaces de dar la respuesta correcta sobre el lugar de nacimiento”.
El Papa lamentó que los sumos sacerdotes “pero no se molestan en ir a visitar al Mesías. Belén está a solo unos kilómetros de distancia, pero no se mueven”.
Luego recordó la actitud negativa de Herodes que quería ‘eliminar’ al Niño para que no le quite el poder.
“Herodes quiere saber dónde está el niño, no para adorarlo, sino para eliminarlo, porque lo considera un rival”.
Entonces, el Papa preguntó si esto sucede también en el corazón de las personas que consideran a Jesús un rival y quieren eliminarlo de sus vidas.
El egoísmo
El egoísmo puede llevar a cada uno “a considerar la venida de Jesús en su vida como una amenaza. Luego tratamos de suprimir o silenciar el mensaje de Jesús”.
Reflexionó sobre la decisión de seguir las ambiciones humanas, “las perspectivas más cómodas, las inclinaciones del mal”. En esos momentos, “Jesús es percibido como un obstáculo”.
Indiferencia
Por otro lado, indicó “la tentación de la indiferencia” que “siempre está presente. Incluso si sabemos que Jesús es el Salvador, preferimos vivir como si no: en lugar de comportarnos en coherencia con nuestra propia fe cristiana, seguimos los principios del mundo”.
De esta manera, señaló la actitud de la indiferencia “que nos llevan a satisfacer las inclinaciones de la arrogancia, la sed de poder y riqueza”.
Por último, el Papa invitó a seguir el ejemplo de los Reyes Magos para “encontrarnos con Jesús en nuestras vidas”.
Salir al encuentro de Jesús para reconocerlo como “nuestro Señor, el que indica la verdadera manera de seguirlo”.
Si tenemos esta actitud, Jesús “realmente nos salva, y podemos vivir una vida hermosa, podemos crecer en la fe, la esperanza, la caridad hacia Dios y nuestros hermanos”.
El Papa invocó la intercesión de María Santísima, “estrella de la humanidad peregrina en el tiempo”.
Oración por los cristianos
Después del Angelus, el Papa ha saludado a algunas iglesias orientales, católicas y ortodoxas que celebran la Navidad en estos días.
El Papa ofreció sus mejores deseos y oraciones por “todos los cristianos, que lo reconocen como Señor y Salvador”.
La Epifanía es también el Día de la Juventud Misionera, así Francisco invita a los niños misioneros a seguir mirando a Jesús, “para que se convierta en la guía preciosa de su compromiso con la oración, la fraternidad y el compartir con los compañeros más necesitados”.
“Les deseo a todos una buena fiesta. Por favor, no te olvides de rezar por mí. Buen almuerzo y adiós!”, concluyó.