Aunque fueron creados para la cancha, los Stan Smith figuran entre los pares más buscados para el uso diarioDesde Melania Trump usándolos para su llegada a Houston la semana pasada hasta David Beckham o cualquier transeúnte en la calle, no hay distinción de género ni de estatus cuando de los Stan Smith se trata.
Este modelo de adidas no es sólo un ícono de la indumentaria deportiva sino que se ha convertido en todo un hito del diseño de moda (en 1988 hasta entraron al libro de Récord Guinness por la venta de más de 22 millones de pares).
Este clásico par -que consiste en unas zapatillas de cuero blancas con pequeños agujeros y un detalle en el talón de color verde- fue ideado en 1963 por Horst Dassler, hijo del fundador de adidas, para darle más comodidad a los tenistas en una época donde el calzado de ese deporte solía ser de lona.
Sin embargo, en aquella época eran conocidos como los “Robert Haillet”, quien era un tenista francés popular en aquel entonces, aunque no con la influencia que hoy tiene, por ejemplo, un Rafa Nadal o un Roger Federer.
Cuando Haillet se retiró del deporte en 1971 (sin nunca haber ganado un Grand Slam), la marca quiso buscar un nuevo embajador que los ayudará a impulsar las ventas y a expandirse más allá del mercado europeo… allí surgió el nombre de Stan Smith, un tenista norteamericano que dio mucho de qué hablar a comienzos de los años 70 por ganar títulos tan importantes como Wimbledon y el US Open. Esta vez la estrategia sí dio grandes resultados y, por eso, más de 40 años después, siguen dando de qué hablar.
A diferencia de los demás modelos de adidas, los Stan Smith no tienen tres rayas de color haciendo alusión al logo de la marca, sino tres líneas inclinadas de pequeños agujeros en cada lado del zapato que, en su intención de origen, eran para dar ventilación a los pies de los atletas.
Suelen ser mayoritariamente blancos por las antiguas normas estrictas de los torneos de tenis donde se exigía vestimenta de este color (como sigue siendo el caso de Wimbledon actualmente), pero desde los 80s se han sacado nuevas versiones con diferentes colores, aunque manteniendo el diseño original, haciéndolos también más “trendy” y aptos para ocasiones casuales, no sólo deportivas. Asimismo, se puede leer el nombre de Stan Smith tanto en la lengua como al costado de cada modelo.
El auténtico señor Stan Smith
Sin duda, la simplicidad, atemporalidad y elegancia de su diseño han sido su mayor factor de éxito, logrando no sólo traspasar las canchas de tenis, sino que las nuevas generaciones al escuchar “Stan Smith” piensen en un par de zapatos y no en el gran tenista que aún vive y ayudó a popularizarlos. “Mucha gente piensa que soy un zapato. Ni siquiera saben que yo era tenista. La zapatilla ha cobrado vida propia por encima de mí”, dijo una vez Stan Smith, a manera de broma, en una entrevista.