El simple hecho de hacer uso de este “juego” puede provocar profundas consecuencias espirituales más allá de nuestro controlHoy viernes es el estreno mundial de la esperada precuela de la película de 2014 Ouija. De la segunda parte, Ouija: El origen del mal, el productor Michael Bay (Transformers) confía en poder sacar el máximo partido tras el éxito de taquilla de la primera entrega, que recaudó 103,6 millones de dólares en todo el mundo.
Lo curioso es que, aunque ambas películas giran en torno a personajes utilizando tableros de ouija, reflejan una idea que es cierta en la vida real: los tableros de ouija no son juegos para divertirse y pueden abrir la puerta a algo muy oscuro.
Según informó Marge Fenelon en 2014, después del estreno de la primera película “el tablero de ouija [fue] número cinco en el ranking de Google de juguetes más vendidos. Google también informó de que las búsquedas en Internet de ‘juegos de mesa’ aumentaron un 300 por ciento desde el estreno de la película”.
Pero lo más perturbador sobre el informe de Google era que el tablero de ouija entraba en la misma categoría que otros juegos infantiles: Mi pequeño pony, Lego, Peppa Pig… El tablero de ouija puede adquirirse frecuentemente en centros de compra como Wal-Mart o Toys”R”Us, en la misma estantería que juegos del estilo del Monopoly.
A ojos de los comerciantes de juegos de mesa, el tablero ouija es sólo un divertimento entre tantos otros.
¿Por qué es tan siniestro el tablero de ouija?
La premisa del tablero de ouija es que una persona viva puede comunicarse con un alma o un espíritu y que el espíritu contestará deletreando las respuestas con las letras del tablero.
Muchos niños (y adultos) que juegan a este “juego” ─por llamarlo de alguna forma─ afirman no creer en lo que sucede y cuando las piezas parecen moverse por sí mismas en el tablero piensan que alguno de sus amigos les está gastando una broma.
A menudo se utiliza como un juego para pasar un rato de miedo, de esos que se juegan a media luz en el sótano durante una fiesta de pijamas de adolescentes.
En otras ocasiones hay adultos que, incapaces de asumir el fallecimiento de un ser querido, usan el tablero con la esperanza de comunicarse con el difunto.
Aunque los que usen el tablero de ouija no tengan la intención de convocar un espíritu demoniaco, el hecho de usar el tablero es una forma de adivinación (tratar de descubrir un conocimiento oculto a través de medios supernaturales) y es muy real.
Por establecer una analogía, es posible que no “creas” en que hay alguien al otro lado de la línea telefónica y que hables tranquilamente al teléfono pensando que nadie te escucha, pero el hecho es que, aunque no lo creyeras, sí hay alguien escuchando y que puede responderte.
Demasiado a menudo olvidamos que hay mucho más en este mundo que lo que pueden ver los ojos. Ángeles, demonios, espíritus y almas existen y pueden tener un impacto sobre nuestras vidas. Y sencillamente no es posible usar el tablero de ouija como un juego de mesa, ya que su mera utilización tiene consecuencias espirituales profundas que escapan a nuestro control.
Un ejemplo de cómo este juego puede invitar a una presencia espiritual no deseada es el caso de un chico de 13 años que descubrió el tablero de ouija en 1949. El chico quedó poseído por un demonio y pasó por un exorcismo durante todo un mes a cargo del sacerdote William Bowdern, SJ. Estos eventos inspiraron el libro de 1971 de El exorcista, que luego se llevó a la pantalla en 1973. La actual miniserie homónima de la cadena Fox está también inspirada en el libro y en la adaptación al cine.
Por desgracia, este famoso caso no es algo aislado y se han producido innumerables más durante años. Los exorcistas nos han advertido en repetidas ocasiones contra el uso de los tableros de ouija, y explican cómo “los demonios se harán pasar por seres queridos fallecidos como medio para ganar posesión”.
Hasta los investigadores de lo paranormal se muestran precavidos con el uso de estos tableros, a sabiendas del tipo de espíritus que puede resultar invitado al hogar de uno.
Más recientemente, las peticiones de exorcismos han ido en aumento y los exorcistas han señalado el uso de la ouija como parte del problema.
En conclusión, los tableros de ouija no deberían tener cabida en nuestros hogares ni en las estanterías de nuestras tiendas, pueden tener un gran impacto sobre los niños para el resto de sus vidas e invitar a una presencia demoniaca que puede resultar devastadora.
Los productores y guionistas de Ouija: El origen del mal han dado en el clavo con una idea: los tableros de ouija no son un juego y pueden ser el origen del mal en la vida de una persona.