¡Una nuera o un yerno puede ser un gran aliado o no! Todo depende de la recepción que le ofrezcas en tu familia. Ten en cuenta estos consejos si quieres tener una relación armoniosa con el cónyuge de tu hijo o de tu hija.
La llegada de un yerno o una nuera cambia el equilibrio de una familia. Sinónimo de alegría, también puede convertirse en motivo de tensión.
Para que la vida con el cónyuge de su hijo/a sea agradable, conviene acoger bien a esta/e recién llegada/o y encontrar la distancia adecuada con la joven pareja.
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- Esfuérzate en conocerla/o. También a su familia.
- Contacta con ella/él para saber que tal está, no sólo para tener noticias de tu hijo o tus nietos.
- Permite que la pareja se sienta libre de venir a verte: la libertad dada favorece el regreso, presionarlos hace que huyan. De la misma manera, evita comentarios tipo: “Ah, ¿ya te vas? “
- Avisa a la pareja antes de visitar.
- Detecta su lenguaje, la forma en que mejor percibe el afecto: a través de regalos, palabras de agradecimiento, servicios prestados, gestos, etc.
- Conviene ser discreto y estar disponible para ayudar sin molestar. Si se exceden a la hora de pedir favores, comentarlo con delicadeza.
- No te olvides de felicitarle por su cumpleaños.
- Es bueno mantener cierta distancia.
- Apóyale y anímale en todos los aspectos de su vida: matrimonio, educación de los hijos, trabajo, etc.
- Elimina las comparaciones y comentarios negativos.
Bénédicte de Saint-Germain