“La humildad, es el camino de la salvación” pronunció el Santo Padre Francisco en una de sus catequesis; estas mismas palabras lo definieron durante todo su pontificado y ahora se quedan marcadas en nuestro corazón.
El título de su vida papal
Inspirado en san Francisco de Asís, quien promovió arduamente la austeridad y humildad, Jorge Mario Bergoglio eligió ser el primer pontífice llamado Francisco y siguió el ejemplo de este gran santo durante todo su pontificado.
Con ello, anticipó el tono de su liderazgo: una Iglesia cercana, humilde y comprometida con los más necesitados. Demostrando que la verdadera grandeza se manifiesta en la sencillez, en el servicio a los demás y en una profunda coherencia entre lo que se predica y lo que se vive.
Su testimonio ahora inspira a millones de personas, dentro y fuera de la Iglesia, al recordarnos que la humildad no es debilidad, sino una forma poderosa de amor y transformación. Por ello, te mostramos algunas de sus destacadas obras de humildad que marcaron su servicio como Pontífice durante 11 años.
1Lavó los pies de los presos y marginados

En Jueves Santo, lavó los pies de los presos, acudiendo directamente a la prisión; sin embargo, también tuvo gestos con mujeres, musulmanes, y personas con discapacidad a lo largo de su pontificado.
2Viajero de autobús
Cuando era arzobispo de Buenos Aires, usaba el metro y el autobús. Ya como Pontífice, ha preferido autos sencillos como el Fiat 500 o un Ford Focus para moverse en lugar de vehículos lujosos.
3Un hogar sencillo y fuera de lo común
Optó por vivir en la Casa Santa Marta, una residencia más sencilla dentro del Vaticano, en lugar del Palacio Apostólico, residencia tradicional de los Papas. Usó un anillo papal de plata en lugar de oro y vistió con una cruz pectoral de hierro, en vez de una de metales preciosos.
4Su compromiso con los pobres

Ha dicho frases como: "Quiero una Iglesia pobre para los pobres". Ha visitado favelas en Brasil, campamentos de refugiados y barrios marginales en África, Asia y América Latina. Sin olvidar aquellos momentos en los que alzó la voz ante la profunda tristeza que sentía por los más desamparados y por los que sufren por la guerra.
5Ante la soberbia, la humildad
En diversas ocasiones, nos advirtió del mal que hace la soberbia en nuestra alma. Exhortó a todos los fieles a vivir con mayor profundidad la humildad que “se encuentra en la raíz de la fe cristiana”.
El Papa Francisco, con su vida, demostró que esta virtud se puede hacer vida en nuestros actos diarios. Además, explicó que la humildad "es la gran antagonista del más mortal de los vicios: la soberbia".


