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Reza a la Virgen de la Encarnación si tienes un caso difícil

mosaico anunciación

Hermoso mosaico que muestra la Anunciación a la Virgen María fuera de la iglesia ortodoxa cristiana - Atenas, Grecia

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Mónica Muñoz - publicado el 25/03/25
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La santísima Virgen María es la intercesora por excelencia ante Jesús, pero si te encuentras de frente con un caso muy difícil, haz la caminata de la Encarnación

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Los católicos sabemos que tenemos una aliada poderosísima en la santísima Virgen María porque Jesús nada puede negarle a su madre. Pero si el tuyo es un caso muy difícil, te recomendamos hacer la caminata de la Virgen de la Encarnación. ¿En qué consiste?

Caminar mientras rezas

El sitio de la asociación México Guadalupano promueve esta devoción popular para acompañar a la Virgen María durante los nueve meses de la gestación del Niño Jesús en su vientre. La oración, que es diaria, inicia el 25 de marzo para concluir el 25 de diciembre en la fiesta de la Navidad.

La oración se hace caminando. El sitio afirma:

"Para los devotos que caminan a diario haciendo las oraciones especiales de la devoción, la Virgen concede la asistencia de tres favores especiales, regularmente en situaciones muy difíciles para el devoto, los cuales se piden a diario.

Las oraciones son sencillas, al paso de las semanas se termina memorizando ya que se pide de manera comprometida se rece a diario. No se debe dejar de pasar ningún día".

Qué oraciones se rezan

Esta devoción se distingue porque se recita tres veces la Salve durante una caminata. En cada oración se pide a la Virgen María una gracia, como se describe a continuación:

Se comienza a caminar mientras se santigua:

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

  • 1. Se reza la primera Salve:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra: Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Amén

Después se recita la siguiente oración de petición:

Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que aquellos que han implorado tu auxilio y pedido tu socorro hayan sido desamparados de ti. Yo, animado por tal confianza, acudo a ti, oh Virgen de la Encarnación, a ti vengo, a ti me presento arrepentido de mis pecados, no desoigas mis súplicas, oh Madre mía. Por el misterio de la Santísima Encarnación, escúchalas y cúmplelas con misericordia por amor de Dios. Amén

Se medita sobre la primera petición y se pide el primer favor especial.

  • 2. Se reza por segunda vez la Salve, de nuevo la oración de petición y se medita sobre el segundo favor.
  • 3. Se reza por tercera vez la Salve, por tercera vez la oración de petición y se medita sobre el tercer favor.  

¡Virgen de la Encarnación, ruega por nosotros!

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