Campaña de Cuaresma 2025
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En solo una semana, Guillermo va a recibir cinco sacramentos. El Bautismo, la Primera Comunión y la Confirmación el 19 de abril en la Vigilia Pascual en la catedral de la Almudena de Madrid. Y el sábado siguiente, después de confesarse por primera vez, se casará.
“Estoy con muchísimas ganas, con muchísima necesidad y muy a la expectativa de cómo va a ser todo -confía a Aleteia-. Espero estar aún más cerca del Señor, tener la presencia del Espíritu Santo y seguir con mi proceso de conversión”.
Metódico científico del ámbito de la física, Guillermo Gual siempre sintió el impulso por entender el mundo y llegar a conocer la verdad.
Sus padres y sus hermanas le regalaron amor y una familia por la que está inmensamente agradecido.
Aunque no tenían fe, “siempre he tenido el mejor ejemplo del Amor de Dios en mi casa, aunque mis padres no sean conscientes de ello”, asegura.
Desde pequeño asimiló la moral y los valores católicos, aunque también prejuicios contra la Iglesia, “muy trabajados por el contexto mediático”, constata.
Doctrina
Una compañera de la universidad fue la primera persona que le habló de Jesús. Y le regaló un libro: Mero cristianismo, de C.S. Lewis.
Pasaron los años y siguiendo su costumbre de profundizar en los caminos que emprende, Guillermo leyó el Compendio del Catecismo de Benedicto XVI y El Señor de Romano Guardini.
“Esto me dio la base doctrinal teológica suficiente como para entender y empezar a construir”, reconoce.
“Llegar a entender bien primero a nivel teórico lo que es el mensaje de Cristo -tan diferente, tan auténtico y tan abrumador- de amor fue lo que después me abrió paso a vivirlo”, afirma.
“Es cierto que hay varios errores históricos de la Iglesia que son innegables, pero destruir los prejuicios, poder separar el error humano de la verdad de Cristo, fue para mí importante”, asegura.
Experiencia
Sin embargo, llegó un punto en que este joven español sintió que leer e informarse no era suficiente.
“Necesitaba experimentar, sentir -reflexiona-. No basta con entender, con encajar en un marco intelectual”.
Esa sed le llevó a participar en el retiro de Emaús y el Seminario de Vida en el Espíritu, en los que sintió la presencia del Espíritu Santo, algo decisivo en su proceso de conversión.
La primera “experiencia” la recuerda rezando el Rosario ante la Eucaristía, expuesta en la custodia con el grupo de Emaús en una reunión posterior al retiro.
“Sentí algo muy intenso, muy heavy, que no he vuelto a sentir con la misma intensidad y que me dio mucha luz”, recuerda.
“En ese momento me entraron muchas dudas -continúa-. Intentaba sacarlo de mi corazón, porque no lo entendía, pero no podía”.
“Eso me mantuvo muy trastocado, sabía que era algo muy especial, quería entender y me puse a buscar en Google qué podía ser ese ardor tan intenso en el corazón”, explica.
La segunda “experiencia” también fue ante el Santísimo, en el retiro carismático con alabanza, cuando el sacerdote lo llevaba delante de cada persona pidiendo el Espíritu Santo.
“Tuve un inicio de Descanso en el Espíritu que también generaba casi vértigo y volví a sentir lo mismo que había sentido la anterior vez”, relata.
“Así pude corroborar y confirmar esa experiencia que he sido incapaz de generar de otra manera”, añade.
“También me vino mucha inspiración para empezar a entender algunas verdades que a partir de entonces han sido un pilar -destaca-. Esa experiencia, y entender que no vino de mí, ha sido fundamental”.
Testimonio de la Iglesia
En el proceso conjunto de catecumenado y conversión de Guillermo ha sido esencial el testimonio de personas católicas, sobre todo los sacerdotes y catequistas de su parroquia y su novia, Bea.
“Es fundamental para mí ese ejemplo de fe tan cercano y verdadero -confiesa-, poder hablar con ella de todos los temas, plantearle mis dudas, exponerme a su experiencia de fe…”.
“Entiendo el poder de la oración de la mano de mi novia -afirma-. Cada día rezamos tres avemarías y un gloria por videollamada”.
“El entorno de Bea es muy católico -añade-. Y han sido la gente más generosa del mundo al tenerme en sus oraciones durante mucho tiempo”.
Todo ello hizo sentir a Guillermo “la necesidad brutal de pertenecer a la Iglesia, de tener el Espíritu dentro de mí de forma mucho mayor a través del Bautismo”.
Y él lo interpretó como “el empujón que necesitaba para dar los siguientes pasos en mi proceso de conversión, que sé que va a durar toda la vida y que requiere un esfuerzo y ejercicio constante”.
El domingo 9 de marzo de 2025 se celebró en su parroquia, Nuestra Señora del Buensuceso de Madrid, la presentación de los catecúmenos para empezar el proceso inmediato de preparación al Bautismo, después de un año y medio de catequesis.
“Voy a seguir indagando, pidiendo la fe con mis actos -asegura-. Poder formar parte y participar de la Eucaristía, estar en comunión con toda la Iglesia,… es algo de lo que tengo necesidad desde hace un año”.
“Al final entendí que es un tema de corazón -concluye Guillermo-. Los científicos tendemos a intentar enmarcar todo en los confines de nuestra mente pero esto se vive en el corazón”.
