En nuestras interacciones cotidianas, establecer límites saludables con los demás es fundamental para nuestro bienestar emocional y mental. Sin embargo, muchas personas experimentan remordimiento después de haber fijado esos límites, sintiendo que han sido demasiado estrictos, egoístas o que podrían haber sido más flexibles. ¿Es esto normal? ¿Cómo podemos superar esos sentimientos y poner límites de manera efectiva sin culpa?
El remordimiento después de los límites
El remordimiento es una respuesta emocional compleja que puede surgir cuando creemos que hemos hecho algo incorrecto o que hemos defraudado a otros. En el contexto de los límites, esta sensación puede surgir debido a varios factores como:
Priorizar el bienestar propio, miedo al rechazo o al conflicto, inclusive al que dirá el otro o cómo lo tomará, o bien a la falta de habilidad para establecer límites saludables. Todo esto genera culpa en aquel que ha establecido límites y que puede plantearse si ha hecho lo correcto.
Los psicólogos coinciden en que poner límites es esencial para proteger nuestra salud mental y emocional, y que la culpa o el remordimiento son sentimientos temporales que se pueden manejar.

¿Qué puedo hacer para no sentir remordimiento?

Al darte cuenta de que era necesario establecer ciertos límites en cualquier área de tu vida -ya sea laboral, en una relación de amistad, de pareja o familiar- te recomendamos hacer lo siguiente.
1Reafirmar y reflexionar sobre el propósito
Cada vez que pongas un límite, reflexiona sobre su propósito. ¿Es para proteger tu tiempo, energía o bienestar? Tener claro por qué estás poniendo ese límite te ayudará a fortalecer tu decisión y a reducir los sentimientos de remordimiento.

2Aceptar la posibilidad de conflictos o incomodidad
El Dr. David Burns, autor de Feeling Good: The New Mood Therapy, (Sentirse bien: La nueva terapia del estado de ánimo) sugiere que los conflictos o la incomodidad que puedan surgir tras poner límites no son indicativos de que hayas hecho algo mal, sino que son una parte natural de las relaciones humanas.
El hecho de que alguien pueda sentirse molesto por tu límite no significa que hayas fallado; es una oportunidad para reforzar tu capacidad para manejar esas emociones.
3Ser compasivo contigo mismo

En lugar de castigarte por sentir que has sido "demasiado severo", recuerda que establecer límites es un acto de respeto hacia ti mismo. Como explica la psicoterapeuta Brené Brown: "La vulnerabilidad y la valentía de decir 'no' a los demás es, en última instancia, un acto de amor hacia uno mismo". Practicar la autocompasión ayuda a minimizar la culpa innecesaria.
No olvides la importancia de los límites
En cualquier ámbito, establecer límites no solo es crucial para la salud mental, sino que también es una manera efectiva de mantener relaciones saludables. El establecimiento de límites claros permite:
- Proteger tu integridad.
- Fomentar el respeto mutuo.
- Promover una escucha activa hacia tus necesidades.
- Evitar el resentimiento o malos entendidos.


