Campaña de Cuaresma 2025
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En el Evangelio de hoy, Dios nos invita a confiar en Él, incluso cuando todo parece ir en contra. Como Pedro, que después de una noche entera de esfuerzo sin resultados, recibió la invitación de Jesús a lanzar las redes una vez más.
Aunque la lógica le decía que no valía la pena, Pedro obedeció, y lo que sucedió después fue un milagro de abundancia.
En la reflexión que el padre Giovanni hace del Evangelio de hoy, nos comparte más a detalle este pasaje:
¿Alguna vez te has sentido frustrado porque nada te sale bien, aunque lo intentas una y otra vez?
Pedro sabe lo que es eso. Pescador de oficio, ha pasado toda la noche en el mar sin atrapar nada. Está cansado, frustrado y listo para rendirse. Pero entonces, Jesús llega y le dice:
"Lleva la barca mar adentro y echen las redes para pescar."
Pedro duda. Sabe que no tiene sentido intentarlo de nuevo. Pero aun así responde:
"Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes."
Y en ese momento ocurre el milagro. Una pesca tan abundante que las redes están a punto de romperse. Pedro cae de rodillas, abrumado, porque ha experimentado el poder de Dios. Y Jesús le dice:
"Desde ahora serás pescador de hombres."
Aquí hay una lección poderosa. Dios actúa cuando tú obedeces, aunque no entiendas cómo. Pedro pudo haber ignorado a Jesús, pudo haberse aferrado a su lógica, pero confió… y vio el milagro.
¿Cuántas veces has sentido que tus esfuerzos no valen la pena? ¿Cuántas veces has querido rendirte? Jesús te dice lo mismo que a Pedro: "Confía en mí, aunque no lo entiendas."
No es en tus fuerzas, es en su palabra. No es cuando tú lo decides, es cuando Él lo manda. No te rindas, porque si confías en Dios, la bendición será más grande de lo que imaginas.


