Casi nada se sabe de la Virgen María, que sostuvo tiernamente en sus brazos al Salvador de la humanidad. La Biblia dice simplemente que era "llena de gracia" (Lc 1,28) y "bendita entre las mujeres" (Lc 1,42). Pero nada sobre su aspecto, los rasgos de su rostro, la curva de su nariz o el color de sus ojos.
Sin embargo, lo poco que sabemos fue suficiente para inspirar a pintores y escultores, que durante dos mil años han seguido representándola con el Niño Jesús en sus brazos amorosos. Carlo Crivelli, Alberto Durero, Sandro Botticelli, Leonardo da Vinci, Rafael… Muchos la han representado magníficamente.
Aleteia le invita a contemplar de cerca a una Virgen con el Niño poco conocida: la "Virgen árabe" de Alebert Louis Aublet.
Creada por el pintor francés en 1898 y conservada actualmente en el Museo Diocesano de Płock (Polonia), es quizá una de las "Madonas con Niño" más conmovedoras jamás realizadas.
Marie está representada en estilo oriental, vestida como las mujeres del norte de África o de Oriente Próximo a finales del siglo XIX. Lleva un vestido oscuro y un turbante azul. Está arrodillada en el desierto, con gesto protector, velando al Niño Jesús.
María mira al Niño con una expresión de puro amor y contemplación. Su rostro expresa una mezcla de ternura maternal y silenciosa premonición sobre el destino de Jesús. El Niño está tendido en el suelo, dormido. Pero su postura, con los brazos abiertos, recuerda la forma de una cruz, presagio de la Pasión y la Resurrección.
La obra desprende una atmósfera de paz y ternura que cautiva a quienes la contemplan, pero también una profundidad espiritual. Vincula visualmente el nacimiento de Cristo (Encarnación) con su posterior sacrificio por la humanidad.
Una representación realista y accesible
Albert Louis Aublet (1851-1938) fue un pintor académico francés, conocido por sus retratos y obras orientalistas. Este movimiento artístico reflejaba una fascinación por las culturas de Oriente Próximo y del norte de África, a menudo idealizadas por los artistas occidentales de la época. La elección de vestir a María a la manera de las mujeres orientales refleja probablemente esta tendencia orientalista. También podría subrayar una proximidad geográfica y cultural entre la Sagrada Familia y estas tradiciones del vestir.
A diferencia de muchas obras con proporciones idealizadas y cánones de belleza clásicos, el cuadro de Albert Louis Aublet destaca por su singularidad, ofreciendo una representación realista y accesible de la Virgen con el Niño.
Su significado espiritual es también profundamente conmovedor: nos invita a contemplar no solo la maternidad de María y el Salvador de la humanidad hecho hombre, sino también a tocar el plan divino de la Redención con el sacrificio de Cristo en la cruz para la salvación de la humanidad.