La mayoría hemos vivido una de las situaciones que plantea esta película de Tyler Thomas Taormina: el abuelo o la abuela supervivientes empiezan a flojear, sea porque la enfermedad acecha o porque no se pueden valer por sí mismos o porque la mente da sus primeros síntomas de error, y sus descendientes sospechan que lo próximo será la residencia de ancianos (en el mejor de los casos), y lo hablan entre ellos y saben que el gran hogar donde se celebran los multitudinarios encuentros navideños pronto será vendido. Así, llegará un momento en que ésa sea la última Nochebuena que pasen en la casa donde suelen reunirse. Y en este largometraje, en efecto, van a celebrar esa fecha sin que la abuela sepa que el próximo año no estarán juntos.
Christmas Eve in Miller's Point es una película navideña y familiar e independiente que nos muestra las celebraciones de Nochebuena como solían ser antaño, cuando muchos de nosotros éramos pequeños y, en general, las familias eran mucho más numerosas que ahora: un caos festivo y ruidoso de tías, sobrinos, primas, hermanos, parientes políticos y parejas de novios próximos a casarse.
Éste es el nuevo trabajo de Taormina, un joven director norteamericano que ya contaba con un mediometraje, Happer’s Comet, y una película prestigiosa aunque poco conocida, Ham on Rye. Producida por el actor Michael Cera, quien se reserva un breve papel como actor, casi testimonial, cuenta con dos hijos de cineastas famosos en su reparto coral y extensísimo: Francesca, hija de Martin Scorsese, y Sawyer, hijo de Steven Spielberg.
El escenario principal es la casa de la abuela, a la que van llegando los familiares unas cuantas horas antes del festejo con los brazos cargados de paquetes envueltos. Recordemos que en países como Estados Unidos, aparte de la llegada de Papá Noel, las personas se hacen regalos mediante el sorteo del “amigo invisible”. Antes de la cena y, tras los besos y abrazos, los habitantes de la casa se dividen: los niños juegan con sus primos, los adultos hablan de cosas serias mientras beben cervezas, los jóvenes comentan anécdotas sobre quiénes les gustan, un padre de familia está en la cocina controlando los fogones y el horno para que nada se queme y todo esté delicioso, etcétera. Luego llegará la oración previa a la cena, el festín y la entrega de regalos.
No faltan, claro, otras costumbres como la de salir a la calle para ver pasar la cabalgata de Santa Claus o, si uno ronda la adolescencia y la primera juventud, salir un rato con unos cuantos amigos.
La Navidad y su suma de alegría, nostalgia e incertidumbre
Christmas Eve in Miller's Point es extraña y al mismo tiempo agradable de ver y confortable porque nos recuerda esas reuniones multitudinarias de antaño. Carece de argumento porque solo vemos a los personajes comer, charlar y beber y disfrutar de la compañía mutua.
El reparto, lo apuntábamos antes, es coral y, por lo tanto, no hay un personaje central y algunos aparecen un poco desdibujados porque su presencia es menor. Sin embargo, vamos viendo sus relaciones y escuchando sus cuitas: la mujer que está embarazada, el hombre que escribe un libro casi en secreto, el hijo que nota que ya no puede cuidar de su madre porque requiere estar presente durante 24 horas al día, el padre cuya salud es frágil, la mujer que últimamente no está en sintonía con su hija…
Uno de los momentos más emotivos se produce cuando alguien rescata de un cajón las viejas cintas de VHS con grabaciones caseras en las que vemos las bodas y otros ritos, y algunos se ponen sentimentales porque las escenas muestran a la gente que han perdido: madres, esposas, abuelos. Esos videos, no obstante, simbolizan el recuerdo: la manera de traerlos al presente para que nadie los olvide.
Dado su espíritu navideño y su celebración de las reuniones familiares como algo necesario y positivo, Christmas Eve in Miller's Point termina siendo otra “feel-good movie”, aunque pasada por el filtro del cine independiente, que no siempre se atiene a unas reglas de argumento o presentación de personajes.
En este dibujo navideño podemos comprobar la naturaleza del tiempo a través de esta familia: la nostalgia por el pasado, la alegría por el presente y la incertidumbre por el futuro. En suma, una película muy apropiada para estas fechas.
