separateurCreated with Sketch.

Red CLAMOR: servicio a Cristo a través del migrante

migración en latinoamérica red clamor migrante
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Carlos Zapata - publicado el 17/12/24
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Decenas de instituciones con múltiples carismas se unen en un esfuerzo integral que mejora la calidad de vida a migrantes y refugiados, al tiempo que luchan contra la trata de personas. Lo hacen desde CLAMOR, que abraza al migrante porque en él se abraza a Cristo, según afirma en diálogo con Aleteia, el secretario ejecutivo de esta red mundial de la Iglesia Católica

Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.

Deseo donar en 3 clics

Han atendido, este año, a 3.5 millones de personas forzadas a desplazarse para sobrevivir. Seres a quienes muchos no consideran humanos. Lo sugiere la plegaria de Elvy Monzán, el secretario ejecutivo de la Red CLAMOR, institución excepcional en materia de migración que funge como representante de la sociedad civil ante Naciones Unidas y es actor de peso en el ACNUR y la OIM.

En conversación exclusiva con Aleteia, el también director pastoral de Cáritas Venezuela confesó que en esta Navidad le pide ayuda al Niño Jesús y “que nos acompañe en la tarea de derribar los muros que erigen la anticultura de la indiferencia y el descarte, los muros que erigen las políticas de los estados antimigratorios, quienes no reconocen en el migrante a un ser humano, a una persona”.

El directivo de la Red Latinoamericana y Caribeña de Migración, Refugio y Trata de Personas le pide a Dios “derribar los muros de la xenofobia y el racismo, para que reconozcamos que toda persona, sin importar su color de piel, dónde haya nacido o si tiene pasaporte, es un ser humano”.

Al hacer balance de la institución con siete años de vida, sostiene que CLAMOR ha ido creciendo como red eclesial: “Es una de las más grandes del mundo, porque la integramos más de 250 organizaciones de carácter nacional que articulan el trabajo de 653 obras de la Iglesia Católica en América Latina. Trabajamos para acoger, proteger e integrar a personas en movilidad forzada”.

¿Qué logra la Red CLAMOR en la práctica?

Respecto a la labor concreta de la estructura con presencia en 16 países de América Latina, destacó el trabajo integrado de organismos que antes actuaban por separado.

“Se optimizan los recursos, se atiende mejor a los migrantes. A diario hay en Chile una familia venezolana que necesita llegar a Piedras Negras en México, por ejemplo. Una organización en Perú se ofrece a organizar el traslado. En Ecuador un ente la recibe. Acompañamos a esa familia usando el mapeo que tenemos, en el que figuran las obras de la Iglesia y los servicios que prestan”, explica.

Trabajan en áreas diversas. Combatir la desaparición forzada es una de ellas. “Hay una familia en Guatemala cuya hija está desaparecida, la vieron por última vez en Perú. La red sabe a quién llamar allá para hacer seguimiento”. En la práctica, todos los días hay casos que se resuelven gracias a esa articulación.

Además, hay esfuerzos para lograr “que se cualifique el personal y se ejecuten programas de formación: talleres, cursos diplomados; y toman ventaja de las experticias de cada organización. Por ejemplo, el Servicio Jesuita para Migrantes es muy bueno formando en atención psicosocial. Hay entes con experiencia en incidencia política y forman en ese renglón”. Así, logran formación integral de agentes de pastoral.

Una institución de gran impacto global

Soup Kitchen, service

Otro punto que destaca Elvy Monzant es el impacto de la Red Clamor. En efecto, “fue elegida por Naciones Unidas como representante de la sociedad civil”, participó en la organización del Foro Mundial para Refugiados “y en Ginebra con el cardenal Ramazzini”.

Detalló que a diferencia del pasado reciente, ahora no se presentan varias propuestas separadas, sino una conjunta que incluye la visión de  los jesuitas, los escalabrinianos, Cáritas, etcétera. “Hicimos un documento de altísimo nivel político y un evento con embajadores y cancilleres en los que exigimos la aplicación de políticas públicas migratorias más justas”.

Dijo que desde la Red participan en foros como el de Quito. “Y mientras los gobiernos destacan bondades, somos voz profética que advierte cuando esas acciones se quedan en letra muerta”.

Agregó que están participando en un marco de protección para migrantes en Centroamérica. “En los principales foros políticos del mundo, nos sentamos con ministros de Relaciones Exteriores, directores de Migración y gobiernos para presentar propuestas… y también quejas”.

Reiteró que frente a muchas “organizaciones de escritorio”, están en primera línea.

“Mientras tú y yo estamos hablando, en el continente hay monjas, laicos y sacerdotes atendiendo a migrantes en fronteras y pasos irregulares. Estamos todos los días sirviendo comida y defendiendo derechos”.

Otros hacen negocio con los migrantes

También denunció a los “teóricos del tema migratorio” y las “organizaciones que viven de los migrantes, sobre todo con el tema de los venezolanos”. En este aspecto, Elvy Monzant lamentó que haya “gente que vive de los migrantes, supuestamente para defenderlos, y lo que están buscando es sueldos para vivir ellos”.

En contraste, sostuvo que en el seno de la red hay personas que entregan su vida, con un compromiso radical. E insistió en que la gente sabe que cuando desde CLAMOR hablan “no están hablando burócratas, sino gente que está codo a codo con los migrantes cada día”.

Durante el recuento, Monzant aprovechó la conversación con Aleteia para suplicar de corazón al Niño Jesús que, como Príncipe de la Paz, “nos ayude a que los migrantes como él, quien sufrió la migración y vivió el exilio, puedan vivir con dignidad”.

Alertó que ha crecido el número de niños no acompañados. De igual modo, lamentó el caso de la frontera entre México y Estados Unidos y dijo que continúa la preocupación por el tapón del Darién: “Aunque ha bajado el flujo, sigue siendo una llave abierta en el continente”.

Más de 500 mil migrantes por el Darién

“Es una vergüenza esa ruta tan peligrosa y terrible por la que más de 500 mil migrantes han pasado este año. Y sigue siendo una de nuestras grandes preocupaciones, con la migración venezolana y la migración haitiana que son dos flujos importantes y vulnerables”, mencionó.

Por otra parte, dijo que más allá de un criterio sociológico, “para nosotros el migrante es un lugar teológico, porque en el migrante nos encontramos con Jesucristo y a través de él le servimos”.

“Cuando servimos al migrante, servimos a Cristo; y la atención a los migrantes es una dimensión constitutiva de la fe cristológica y de la evangelización”. Por ende, abundó:

“No es solamente una acción social y benéfica de la Iglesia, sino una dimensión evangelizadora”.

Más aún, señaló: “El migrante es sacramento vivo de Cristo, quien nos interpela”. Y para la red CLAMOR “los migrantes no son objeto pasivo de una acción caritativa, sino son hermanos con quienes caminamos juntos para derribar muros y construir puentes”. Tanto, que “el migrante es compañero de camino y no un mero objeto receptor de limosna”.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Aleteia vive gracias a sus donaciones

Permítenos continuar nuestra misión de compartir información cristiana y bellas historias apoyándonos.