Los adultos mayores son una fuente de conocimiento y amor; sin embargo, no siempre es fácil cuidarlos. Aquí tienes cuatro inesperados beneficios de hacerlo
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En la sociedad actual, los adultos mayores son vistos como una carga o una persona desechable; es común que terminen sus vidas en asilos o, simplemente, olvidados, como si ya no se pudiese obtener un beneficio de ellos. Lo cierto es que, si vamos más a fondo, hay un gran tesoro de amor y sabiduría en sus vidas.
Dice una antigua historia que en la aldea de Gairo Vecchio, actualmente abandonada, cuando los ancianos se volvían una carga, el hijo mayor los llevaba a la cima de un acantilado y los empujaba. Un hijo se negó en secreto y ocultó a su padre de 70 años y, con el tiempo, ese joven se volvió muy exitoso. Cuando le preguntaron el secreto de su éxito, reveló que su padre seguía vivo y que su éxito se debía a la sabiduría que él le compartía.
Esta historia nos deja como moraleja que nuestra conexión con los ancianos es un tesoro que hay que valorar, pues son ellos los que nos impulsan a sobresalir en nuestra vida.
Cuidar de los ancianos trae vitalidad
Dan Buettner llevó a cabo una gran investigación sobre las llamadas zonas azules, las cuales se refieren a lugares donde las personas tienen una alta calidad de vida, alcanzando o superando los 100 años de forma saludable.
Él mismo se dio cuenta de que en una zona azul de Italia, llamada Cerdeña, no había asilos porque los mismos familiares cuidaban a sus adultos mayores. La investigación determinó lo siguiente:
“Una de las formas más rápidas de quitarle años de vida a tus padres es mandarlos a un asilo. Apenas entran y pierden entre dos y seis años de vida, dependiendo de varias circunstancias”.
Un estudio determinó que una persona de 50 años en EE.UU. tiene al menos una probabilidad del 53% de ingresar a un asilo durante su vida. Aquellos que se quedan en casa tienen más vitalidad y un mejor trato, pero además comparten su sabiduría.
Un doble propósito
Visitar a nuestros adultos mayores tiene un doble beneficio, tanto para ellos como para nosotros. Mientras más convivimos con ellos, y más cerca los tengamos, mayor será la ilusión que experimenten; y por ende, mayores los beneficios de ese estado emocional. Por otro lado, quienes están cerca de ellos también obtienen los siguientes beneficios:
1Mejora del bienestar emocional
La compañía y el apoyo social pueden reducir el riesgo de soledad y depresión en los adultos mayores, y también pueden mejorar el bienestar emocional de quienes les acompañan.
Las conversaciones y actividades compartidas pueden ayudar a mantener la mente activa tanto en adultos mayores como en quienes los rodean.
3Fomento de la paciencia y la empatía
Cuidar y convivir con adultos mayores puede desarrollar la paciencia y la empatía en los más jóvenes.
4Una sonrisa duradera
No hay nada como ver sonreír a nuestros abuelos o seres queridos de la tercera edad, esa sonrisa vale oro y debemos procurarla.
No veamos a los adultos mayores como una carga, sino como un regalo. Pensemos que ellos también fueron jóvenes, como nosotros, y algún día estaremos en la misma posición, en especial con nuestros padres, que nos cuidaron de pequeños y ahora es tiempo de cuidar nosotros de ellos.