En medio de caos de nuestra vida diaria, la rutina, la escuela, el trabajo y todas las responsabilidades, podemos olvidarnos de Dios, de orar, y dedicar tiempo a estar con Él.
En su viaje a Asia y Oceanía, el Papa Francisco se reunió con jesuitas. Al hablar de política y de su propia vida de oración, en las que ofreció muchas respuestas sinceras.
Cuando un jesuita le preguntó cómo le hacía para tener tiempo para rezar, teniendo una agenda tan apretada como es la de un pontífice, el Papa Francisco respondió de una manera sencilla, dando un pequeño resumen de su agenda diaria y explicando cómo incluye tiempo para Dios dentro de ella.
Conoce su rutina y adapta sus consejos a tu vida diaria.