Seguro has escuchado la frase "menos es más", la cual se atribuye al arquitecto Miles van der Rohe, que proponía la reducción visual de materiales para tener una vista más armoniosa y una sensación plena. Esta frase llevó al origen de una vida minimalista.
Menos es más
Joshua Fields, propulsor y creador del documental Minimalismo: Menos es más, compartió que "el minimalismo es el uso intencional de los recursos que tenemos". Lo que quiere decir que, en el ámbito personal, nos ayuda a deshacernos de lo innecesario para concentrarnos en lo esencial.
Incluye una reducción de posesiones y un enfoque en experiencias en lugar de bienes materiales. Joshua señala que en la sociedad actual suele ocurrir que, "si tenemos espacio, lo llenamos de más cosas, si tenemos más cosas necesitamos más espacio, así que recurrimos a las tiendas para comprar más muebles".
Es interesante cómo la sociedad prefiere gastar en un mueble para almacenar cosas -incluso innecesarias- en lugar de donarlas o tirar las que ya no sirven. Actualmente, preferimos tener más y más cada día.
Una verdadera identidad
San Francisco de Asís es conocido por su pobreza y confianza en Dios, pues dejó sus riquezas para hacerse humilde. Actualmente los Franciscanos, fundados por él, llevan en alto sus votos de pobreza para imitar su ejemplo, que nos recuerda que debemos buscar una verdadera identidad.
Ejemplo especialmente relevante hoy, que las redes sociales nos muestran tantos anuncios publicitarios que nos incitan a creer que necesitamos todo lo que nos muestran para sentirnos suficientes, perdiendo nuestro sentido de pertenencia y nuestra verdadera identidad como hijos amados de Dios.
Falsos ídolos
El especialista Dave Ramsey explicó que el consumismo llega a ser una batalla inclusive espiritual, pues, en algún punto, la persona comienza a idolatrar y dar más importancia a las pertenecias materiales que a lo que de verdad importa. En este caso, nosotros, como fieles, debemos centrar nuestra atención en lo que agrada a Dios.
Para llevar un estilo de vida centrado en lo que de verdad importa, puedes seguir los consejos de estos maravillosos santos:
1Mantén tu alma minimalista
Los santos no solo se despojaron de lo material para llevar una vida austera, también buscaron llevar una alma ligera, sin las cargas del pecado. De ahí la importancia de la confesión y comunión constante.
Todo lo que consumimos por medio de nuestros sentidos se queda en el alma: si albergamos odio, ahí estará; si pecamos, también permanecerá en nosotros. Ante cualquier tentación o sentimiento negativo podemos preguntarnos, ¿realmente necesito esto en mi alma?
2Organiza tu entorno y tu vida cambiará
Puedes empezar por secciones, no te abrumes por hacer todo el mismo día. Por ejemplo, si comienzas por tu armario, Marie Kondo, especialista en limpieza, recomienda sacar toda la ropa que tienes para revisar, prenda por prenda. Aquella que ya no necesites puedes donarla o desecharla, dependiendo de su estado.
3Simplicidad y humildad
La humildad es una característica común en muchos santos. El minimalismo promueve la simplicidad y la humildad en la vida cotidiana, lo que puede ayudar a encontrar un propósito más profundo.
4Vida Intencional
Finalmente, los santos vivieron con un propósito claro y un compromiso con su fe. El minimalismo invita a las personas a vivir de manera más intencional, eligiendo cuidadosamente cómo gastar su tiempo y energía.