Siempre ha habido personas de distintas religiones que han encontrado en Dios, Amor
sin límites, una fuerza mayor que la violencia y la guerra. Así le han pedido por la paz algunas de ellas, según la recopilación de la editora Juliet Mabey en el libro Oraciones del mundo.
Robert Louis Stevenson
El famoso escritor escocés Robert Louis Stevenson, autor de La isla del tesoro, tenía una gran sensibilidad para la belleza, que queda expresada en esta oración:
Señor, mira a nuestra familia aquí reunida.
Te damos gracias por este lugar en que habitamos,
por el amor que nos une
por la paz concedida a nosotros este día,
por la esperanza con la que aguardamos el mañana,
por la salud, el trabajo, la comida,
y el cielo brillante que hacen alegre nuestra vida;
por nuestros amigos en todas las partes de la tierra
y nuestros bondadosos auxiliares en esta isla extraña.
Que reine la paz en nuestra pequeña comunidad.
Purifica todo corazón del resentimiento oculto.
Danos fuerza y gracia para tener paciencia y perseverar…
Danos valor, alegría y una mente sosegada.
Satish Kumar
El pacifista inglés de origen indio Satish Kumar hizo esta plegaria a partir de Las Upanishads del hinduismo:
Llévame de la muerte a la vida,
de la falsedad a la verdad.
Llévame de la desesperación a la esperanza,
del miedo a la confianza.
Llévame del odio al amor,
de la guerra a la paz.
Que la paz llene nuestros corazones,
nuestro mundo, nuestro universo.
Paz. Paz. Paz.
Bahá’u’lláh
El religioso persa Bahá’u’lláh, fundador del bahaísmo, pidió a Dios la paz con esta oración:
¡Oh Dios mío, Dios mío! Unifica los corazones de tus siervos y revélales tu gran objetivo. Que sigan tus mandamientos permanezcan en Tu ley. Ayúdales, oh Dios, en su empeño y concédeles fuerza para servirte. ¡Oh Dios! No los abandones, guía sus pasos por la luz de tu conocimiento y conforta sus corazones con tu amor. En verdad Tú eres su socorro y su Señor.
San Clemente de Roma
El Papa san Clemente de Roma, del siglo I d.C., elevó esta oración llena de confianza y sabiduría:
Te suplicamos Oh Señor, Dios Nuestro;
que pongas la Paz del Cielo
en los corazones de los hombres,
para que puedas unir a las naciones
en una alianza inquebrantable,
en el Honor de Tu Santo Nombre.Purifícanos con la limpieza de Tu Verdad
y guía nuestros pasos en santidad interior.Danos concordia y paz a nosotros
y a todos los seres vivos de la tierra,
como la distes a nuestros padres cuando te suplicaron,
con fe verdadera,
dispuestos a obedecer al Santísimo y Todopoderoso.Concede a los que nos gobiernan y nos conducen en la tierra,
un recto uso de la soberanía que les has otorgado.
Señor, haz sus criterios conformes
a lo que es bueno y agradable a Ti,
para que, utilizando con reverencia, paz y bondad
el poder que les has concedido,
puedan encontrar favor ante Tus ojos.
Solo Tú puedes hacerlo,
esto y mucho más que esto.
¡Gloria a Ti!
Ahora y siempre.