En el estadio Gelora Bung Karno de Yakarta, cerca de 80 mil fieles pudieron asistir el jueves 5 de septiembre a la Misa del Papa Francisco, una pequeña fracción de la comunidad que los obispos locales querían que fuera representativa de la diversidad del archipiélago.
Inevitablemente, las plazas eran escasas entre los 8,3 millones de católicos del país. Pero Moisés, Marselino y Ryan no estaban entre ellos. En realidad, estos tres exploradores tan ingeniosos y caritativos fueron contratados por el "Equipo Laudato si'", un guiño a la famosa encíclica del Papa para designar al amplio equipo de voluntarios encargados de la limpieza durante el evento.
¿El mensaje del Papa sobre la ecología? "Muy importante, sobre todo en Indonesia", dice un líder que se apresura a guiar a otros tres voluntarios escaleras arriba, armados con bolsas de basura que ya están llenas. Nuestros tres scouts asienten con la cabeza. Indonesia es uno de los países con mayores niveles de residuos plásticos y otros desechos marinos. En 2020, el Banco Mundial calculó que se vertían al mar entre 200 y 550 toneladas de plástico, el equivalente a 2.000 Boeing 747.
Un encuentro que refuerza la tolerancia en Indonesia
Ataviados con divertidos sombreros y portando pancartas, estos jóvenes, que hablan muy bien inglés, no llevaban el pañuelo en la cabeza. Pero su pertenencia al movimiento scout es claramente visible en sus insignias.
"Estamos muy contentos, pero sobre todo muy orgullosos de haber sido elegidos", dice Ryan, el más emprendedor. Moses, más sereno, está deseando que llegue la Misa, y cree que la visita del Papa es un acontecimiento personal importante que "reforzará su fe". "Aquí todo el mundo está muy inspirado por el Papa, todos quieren conocerle en Indonesia", afirma, mientras que Marsel destaca la importancia de los encuentros que el Papa Francisco ha mantenido desde su llegada a Indonesia, ya sea con el presidente Joko Widodo o con el Gran Imán de la Mezquita Istiqlal. "Esto hace feliz a todo el mundo y refuerza la tolerancia en Indonesia", afirma. "Es una oportunidad para unirnos", añade Ryan, también muy convencido.
Más adelante, una joven musulmana empleada por el estadio, que realiza las mismas tareas que el equipo de Laudato si', sonríe, claramente muy divertida con sus nuevos colegas. A los tres exploradores les habría gustado seguir hablando, pero les llaman para que cumplan con su deber, y cogen las bolsas antes de dirigirse a los pasillos del estadio, de donde estalla toda la alegría de los fieles presentes al ver a Francisco.