Los católicos tenemos un don inconmensurable en la santa Misa, quien acude cada domingo puede estar seguro de que se encuentra directamente con el Señor Jesús. Y, por otro lado, entendemos que la muerte acecha a todo ser humano y nadie puede decir que está exento. Sobre ese tema podemos aplicar lo que Jesús dijo sobre su regreso:
"Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada"
Muerte durante la Misa
Pensemos en un evento raro, pero que sí ha ocurrido, según el testimonio de algunos sacerdotes, que, celebrando la santa Misa, se dan cuenta de que uno de los asistentes muere. ¿Qué se hace en ese caso?
Para responder esta duda, Aleteia consultó con el Pbro. Miguel Ángel Hernández, quien explicó que, de acuerdo con el documento De defectibus in celebratione Missce occurrentibus (De los defectos que pueden ocurrir en la celebración de la Misa, del Consilium ad exsequendam Constitutionem de Sacra Liturgia, 27 de enero de 1965.) , "La Misa sigue".
El padre Miguel aclara que "ciertamente, el documento no habla de este caso en particular", sin embargo, en la práctica así se procede. "Se continúa con la Eucaristía", agrega.
Rogar por el alma del difunto
El sacerdote comentó que si alguien se pone mal durante la celebración, puede continuar la Misa, pero "se le brindan al fiel todos los auxilios necesarios".
¿Y qué ocurre si muere ? el presbítero puede hacer una pausa, y "se queda a la espera de que lleguen los profesionales de la salud u otro organismo", comenta.
Aquí también entra en juego el sentido común del sacerdote que encomienda a Dios el alma del difunto y, al finalizar la Misa, hace oración por él, "según el ritual de atención a los enfermos".