Tras recorrer a pie y en coche cientos de kilómetros a través de Estados Unidos, las cuatro rutas de la Peregrinación Eucarística Nacional están a punto de converger en la ciudad de Indianápolis a tiempo para el Congreso Eucarístico Nacional. Durante la última semana de la peregrinación, cinco de los Peregrinos Perpetuos se reunieron el miércoles con los periodistas en una conferencia de Zoom, reflexionando sobre los aspectos más destacados de su viaje de dos meses y expresando la esperanza de que seguirán profundizando en su relación con Cristo en la Eucaristía.
Los Peregrinos Perpetuos llegarán al centro de Indianápolis el próximo martes, 16 de julio, y procesionarán desde varias iglesias de la ciudad hasta la Iglesia de San Juan Evangelista, donde estarán en tranquila oración y reflexión. El Arzobispo de Indianápolis, Mons. Charles C. Thompson, celebrará la Misa final de la Peregrinación Eucarística Nacional en San Juan Evangelista a mediodía.
Esa noche, los Peregrinos Perpetuos asistirán a una cena organizada por el P. Roger Landry, que ha acompañado toda la Ruta de Seton desde su punto de partida en el noreste, y compartirán entre ellos historias de sus respectivas rutas.
Al día siguiente, 17 de julio, los Peregrinos Perpetuos entrarán en procesión en el Lucas Oil Stadium detrás del Obispo Andrew Cozzens de Crookston, Minnesota, Presidente del Renacimiento Eucarístico Nacional, que llevará una custodia bendecida por el Papa Francisco, para inaugurar el Congreso Eucarístico.
Gracia para compartir
Durante la semana, los Peregrinos Perpetuos podrán asistir a la Misa, a la adoración y las conferencias, así como servir de apoyo a las actividades del Congreso: "Ayudando con la hospitalidad y el transporte de los ponentes, poniéndose en contacto con diversos invitados y colaborando en algunas actividades de la sala de exposiciones", explicó a Aleteia Joel Stepanek, Vicepresidente de Programación y Administración del Congreso Eucarístico Nacional.
El Congreso terminará el domingo 21 de julio con una "gran comisión", enviando a los más de 50 mil participantes previstos de vuelta a sus comunidades con, como dice el sitio web del Congreso, "renovada pasión por Cristo y llenos de gracia para compartir."
"Como en un nuevo Pentecostés, seremos enviados a proclamar con alegría el Evangelio en cada rincón de nuestra nación", dice el sitio web.
"Al final del congreso rezaremos por todos los asistentes y les encomendaremos ser misioneros eucarísticos, que no es tanto una designación formal como una disposición interna a vivir una llamada misionera enraizada en la Eucaristía", dijo Stepanek a Aleteia en inglés.
"En este próximo año, el Año de la Misión en el Renacimiento Eucarístico, habrá aspectos más formales para ser un Misionero Eucarístico", dijo. "Pero en el congreso, este encargo es simplemente una llamada a ir a compartir el mensaje evangélico de Jesús e invitar a la gente a una relación viva con Jesús a través de la Eucaristía".
La vida como peregrinación
Los Peregrinos Perpetuos han recordado a Stepanek que la vida misma es una peregrinación, en la que nos esforzamos por alcanzar el cielo e intentamos llevar a los demás con nosotros.
Jack Krebs, un Peregrino Perpetuo de la Ruta de Serra de la Costa Oeste, dijo en la rueda de prensa que espera con ilusión el envío.
"Realmente todos somos peregrinos de camino a la tierra prometida", dijo. "Todos estamos volviendo a nuestras vidas y seremos capaces de abrazar realmente la misión eucarística allí de una manera nueva porque hemos sido formados de manera tan única en la Eucaristía durante las últimas semanas".
Para Krebs, recién graduado de la Universidad de Nebraska-Lincoln, estar cerca de la Eucaristía durante el camino y recibir formación de los capellanes que acompañaron a los peregrinos, ha sido un tiempo de una creciente relación personal con Jesús.
"Cuando el avivamiento llegó por primera vez en 2022, nunca pensé que significaría mucho para mí, pero realmente me di cuenta de que el avivamiento tiene que ser tomado muy personalmente por todos y cada uno de los católicos de los EE.UU. para que este fuego se extienda", dijo durante la conferencia de prensa del miércoles.
Reflejar a Cristo a los demás
Matthew Heidenreich, peregrino de la Ruta Mariana desde el norte, dijo que su experiencia de dos meses le ha llevado a reflexionar sobre la relación entre la Eucaristía como Cuerpo de Cristo y la comprensión de la Iglesia, los fieles, como Cuerpo de Cristo.
"Hay algo realmente poderoso en ver tanto de la Iglesia durante dos meses, en viajar por diferentes Iglesias locales, o diócesis, y realmente tener una idea de cómo es la Iglesia en América, quién es la Iglesia, y comprender que somos el Cuerpo de Cristo, y que nuestro punto de unidad está en la Eucaristía", dijo Heidenreich, estudiante de matemáticas en la Universidad de Alabama.
No importa lo diversos que seamos y lo diversas que sean nuestras expresiones y comprensión de nuestra fe, todos nos unimos en el mismo cuerpo de Cristo".
Y añadió: "Ha sido muy poderoso ver que eso se vive en innumerables comunidades".
Para Shayla Elm, peregrina de la ruta sur de Juan Diego, la experiencia reforzó la idea de la presencia de Cristo. Dijo que después de estar con la Eucaristía todo el día, acompañándola en procesiones y adoraciones o llevándola de un lugar a otro en la furgoneta de peregrinos especialmente acondicionada, la ausencia del Señor se sentía más crudamente cuando la Eucaristía se depositaba en una iglesia durante la noche, por ejemplo.
Elm, que trabaja para la organización de ayuda a los sin techo Christ in the City en Denver, dijo que tanto "tiempo cara a cara" con Cristo en la Eucaristía realmente la ha transformado a ella y a su grupo de peregrinos.
"Y eso es lo que la gente está viendo en nosotros", dijo. "Se acercan a los peregrinos y se emocionan al vernos. Somos gente normal, pero ven a Jesús en nosotros, y creo que en parte se debe a que hemos pasado tanto tiempo con él que llegamos a reflejarlo, en cierto sentido."
La parada de la Ruta Juan Diego en el Santuario del Santísimo Sacramento en Hanceville, Alabama, hogar de las Clarisas de la Adoración Perpetua, le hizo comprender este punto. Las monjas se pasan la vida adorando al Santísimo Sacramento.
"Sus rostros resplandecían", dice Elm. "Parecían la Eucaristía".